En cinco días, Defensores de Cambaceres le tocó enfrentar al equipo de menor rendimiento del campeonato. Y apenas pudo sacar un punto de seis. Ante Villa Dálmine, y en su cancha, no logró pasar de un magro 0 a 0. A esta altura de la competencia, la campaña es mala y los silbidos que se escucharon tras el partido es el fiel reflejo de ello. No sólo no puede convertir este equipo (sus delanteros no hicieron un solo gol en el torneo), sino que el juego comienza a ser irregular y no puede encontrar el camino que le otorgue una identidad en un certamen ciertamente mediocre.
El Rojo fue de mayor a menor. Hizo un aceptable primer tiempo, donde dominó a su adversario, tuvo la iniciativa y las mejores llegadas. De las proyecciones por sorpresa de Cabello por la derecha, de los intentos de Casanova y de algunos intentos de Ladogana surgieron los mejores pasajes del Rojo en la etapa. Salió a imponer su juego y tuvo oportunidades para abrir el marcador. También dispuso de algunas jugadas de pelota detenida, aunque por lo general no fueron bien resueltas. De una de ellas derivó en un tiro libre, que tras un rebote, le quedó el balón a Jones, cuyo disparo fue contenido por De Nicola. También anotamos una buena combinación de Yaniz a Cabello, que Casanova luego no pudo resolver frente a De Nicola. Ladogana, por su parte, también exigió con un par de disparos de media distancia. Todo ello dentro de un contexto donde el Rojo jugaba mejor. Pero el faltón contundencia a su juego y no pudo quebrar el cero.
El complemento fue diferente. Defensores bajó su nivel, se obnubiló y le costó horrores generar peligro frente a la valla rival. Dálmine, pese a tener tres delanteros en algún momento, fue incapaz de complicar seriamente al arco del seguro Arias Navarro. Zuccarelli buscó desde el banco generar otra reacción en el equipo. Puso a Bidondo y sacó a Casanova. Pero el volante no entró en sintonía y aportó poco. También se la jugó con tres puntas, con el ingreso de Maxi Benítez por Cabello y ni así el Rojo pudo generar situaciones de riesgo. El juego impreciso se hizo protagonista de la tarde y solo al final hubo un par de emociones. Yaniz tuvo la chance que desvió un defensor sobre casi la línea y en el descuento la visita casi se lleva la victoria cuando el ingresado Gorosito enfrentó al arquero Arias Navarro, quién salvó con los piés.
Otra tarde a pura decepción. Era el partido para ganar, para sumar de a tres y empezar de una buena vez el despegue. Terminó siendo un magro empate y una actuación que sembró dudas por lo discontinuo y por la alarmante falta de gol de un equipo que está vez más cerca de los del fondo que de los de arriba.
El Rojo fue de mayor a menor. Hizo un aceptable primer tiempo, donde dominó a su adversario, tuvo la iniciativa y las mejores llegadas. De las proyecciones por sorpresa de Cabello por la derecha, de los intentos de Casanova y de algunos intentos de Ladogana surgieron los mejores pasajes del Rojo en la etapa. Salió a imponer su juego y tuvo oportunidades para abrir el marcador. También dispuso de algunas jugadas de pelota detenida, aunque por lo general no fueron bien resueltas. De una de ellas derivó en un tiro libre, que tras un rebote, le quedó el balón a Jones, cuyo disparo fue contenido por De Nicola. También anotamos una buena combinación de Yaniz a Cabello, que Casanova luego no pudo resolver frente a De Nicola. Ladogana, por su parte, también exigió con un par de disparos de media distancia. Todo ello dentro de un contexto donde el Rojo jugaba mejor. Pero el faltón contundencia a su juego y no pudo quebrar el cero.
El complemento fue diferente. Defensores bajó su nivel, se obnubiló y le costó horrores generar peligro frente a la valla rival. Dálmine, pese a tener tres delanteros en algún momento, fue incapaz de complicar seriamente al arco del seguro Arias Navarro. Zuccarelli buscó desde el banco generar otra reacción en el equipo. Puso a Bidondo y sacó a Casanova. Pero el volante no entró en sintonía y aportó poco. También se la jugó con tres puntas, con el ingreso de Maxi Benítez por Cabello y ni así el Rojo pudo generar situaciones de riesgo. El juego impreciso se hizo protagonista de la tarde y solo al final hubo un par de emociones. Yaniz tuvo la chance que desvió un defensor sobre casi la línea y en el descuento la visita casi se lleva la victoria cuando el ingresado Gorosito enfrentó al arquero Arias Navarro, quién salvó con los piés.
Otra tarde a pura decepción. Era el partido para ganar, para sumar de a tres y empezar de una buena vez el despegue. Terminó siendo un magro empate y una actuación que sembró dudas por lo discontinuo y por la alarmante falta de gol de un equipo que está vez más cerca de los del fondo que de los de arriba.