Noventa minutos para alargar la ilusión o para la amargura total.
Sin vueltas. Así de contundente. No hay más chances para Defensores de
Cambaceres. Está contra las cuerdas y a un paso del abismo. Así de claro y de
doloroso. Tiene una sola posibilidad y no todo depende de lo que pueda hacer en
el campo de juego. Debe ganarle mañana a
Deportivo Laferrere pero a su vez deberá esperar que El Porvenir derrote a
Argentino de Merlo. Es la única chance de igualar el promedio con el conjunto
del Oeste y forzar un partido desempate para ver quien mantiene la categoría y
quién desciende a la Primera “D”. Todo esto se pondrá en juego este sábado,
desde las 15, con la mira en el “12 de Octubre”, pero con el oído en Gerli.
Lucas Comesaña será el árbitro en Ensenada y habrá que ir preparado para vivir
fuertes emociones.
Lo primero que deberán hacer los jugadores de “Camba” es pensar
exclusivamente en su partido y olvidar lo que suceda en la cancha de El
Porvenir, más allá del griterío de la gente.
Habrá que estar lo suficientemente concentrados para hacer el
mejor juego posible. Para poder sostener el sueño primero hay que ganarle a
Laferrere. Y para ello no hay que cometer errores y ser eficaces cuando se
presenten las ocasiones.
Seguramente, pesarán los nervios y la ansiedad. Solamente
manteniendo la calma y el orden, el resultado deseado se puede dar.
Los jugadores saben que se juegan una patriada importante. Llevarán
la obligación de revertir esta situación y evitar un descenso que sería
durísimo para la institución. Nadie escapa a esa realidad. Este plantel, con
virtudes y defectos, ha dado una muestra de entereza y de coraje. Y llegó a
este cierre de torneo con una ilusión. Y la buscará sostener dentro del campo
de juego.
Pase lo que pase no serán los únicos responsables de este
presente. Hay otros culpables en esta situación que lleva varios años de
desaciertos. Pero ahora es momento de tirar hacia delante y soñar con esa
ansiada final con Argentino de Merlo.