Representantes de las 12 ligas de fútbol del interior y
clubes del ascenso se reunieron anoche para plasmar en un documento sus
cuestionamientos a la Comisión Regularizadora de la AFA que encabeza Armando
Pérez.
Del encuentro participaron 43 asambleístas, representando a
las categorías B Nacional, B, C y D, además de instituciones del interior. Las
voces cantantes del cónclave fueron Claudio "Chiqui" Tapia,
presidente de Barracas Central; Diego Turnes, vicepresidente del mismo club, y
Daniel Ferreiro, vice de Nueva Chicago.
En la reunión se resolvió pedir a la FIFA que intervenga
ante los desmanejos que observan con el comité de transición. El requerimiento
se elevará en un documento de 15 hojas que será presentado ante el tribunal de
disciplina de la AFA, que deberá trasladarlo al organismo que dirige Gianni
Infantino.
Según supo este medio, el texto incluye duras acusaciones
por lo que se define como una "destrucción" del fútbol del interior.
Entre otros puntos, se objeta la posible venta del histórico edificio de la
calle Viamonte.
"Ante la falta deliberada de recursos la idea es no
arrancar los torneos", dijo Ferreiro. El dirigente evitó dar detalles del
contenido del escrito: "No puedo adelantar nada, pero son muchas las
bases, lo económico una de esas. Mañana va a estar publicado toda la
información".
La compleja situación que atraviesa este sector tiene su
principal punto de conflicto en lo económico. Es que aún no saben cuánto dinero
se les destinará; tampoco cuándo y cuál será el criterio de reparto.
En diálogo con este medio, Tapia explicó: "No tenemos
garantizado los recursos para poder jugar. Hoy estaríamos recibiendo mucho
menos de lo que recibimos en abril cuando lo cobramos en mayo".
"Hasta que no esté garantizado mediante un acuerdo
cuándo y cuánto vamos a cobrar, realmente no están dadas las condiciones. Sería
una irresponsabilidad arrancar el torneo sin saber qué vamos a cobrar y cuándo
vamos a cobrar", insistió luego de apuntar las dificultades económicas que
enfrentan a raíz de los aumentos de salarios de los jugadores, de los servicios
y el costo de los operativos policiales.