Como
el partido se jugó a puertas cerradas, los hinchas y los socios del Rojo no
tuvieron otra alternativa que seguir las acciones a través de la transmisión de
la 89.7. Durante más de dos horas, en los barrios la expectativa permaneció en
torno al vital encuentro. También en algunos trabajos y en las viviendas
particulares. Algunos grupos de hinchas y de amigos se juntaron en lugares
específicos para palpitar el cotejo. Y en el 5 de Mayo, corazón de la hinchada
del Rojo, se siguió a puro grito. Hubo una pantalla gigante en el club 25 de
Mayo,
pero finalmente la señal TyC Play por problemas contractuales no emitió
el encuentro. Allí se reunió una importante cantidad de simpatizantes que lo
escuchó por radio. La emoción creció el gol de Romero y después con el triunfo
y el silbato final. Entonces sí todo fue alegría y hasta se escucharon
bocinazos por las diferentes calles de la ciudad y bombas de estruendo.