El panorama està muy complicado
pero aùn las posibilidades matemáticas no están cerradas. Por eso Defensores de
Cambaceres quiere aferrarse a eso. No tiene tiempo de bajar los brazos. No se
lo puede permitir. Quiere dar pelea hasta el final. Son tres escalones. Puede
subirlos o quedarse a mitad del camino. Pero no se puede permitir no
intentarlo. Ahora es a todo o nada. Y bajo ese clima tendrá una parada muy
difícil mañana contra Argentino de
Quilmes, una de las revelaciones del
campeonato. A las 15.30 se jugarà el partido que tendrá el arbitraje de Rodrigo
Sabini.
Puede ser una jornada muy triste
si Dock Sud gana y el Rojo no lo puede hacer. Ahi ya no habrá matemática
posible y el descenso será una realidad. Pero si el destino le hace un guiño y
mete una victoria resonante, todavía podrá soñar con la hazaña.
Hay dos indicadores
insoslayables. Por un lado està la realidad. Y la verdad no invita a
ilusionarse. Hace 5 partidos que Camba no puede ganar, dejó pasar la chance
contra Dock Sud y el equipo juega mal. Asì, no se puede luchar.
Pero hay otro indicador, que es
màs emocional y menos racional. ¿Puede Camba meter un batacazo en Quilmes y
vencer al Mate? Y es fútbol y todo es posible. ¿Puede dejar Dock Sud unidades
en el camino? Claro que sì. No tiene rivales sencillos y le cuesta también
sumar de tres. Desde ahì se sostiene una tibia esperanza.
Mañana será a todo o nada. Sòlo
sirve vencer, màs allà de que el equipo de Pedro Monzòn llega en un buen
momento y en una posición encumbrada. La historia le reclama a estos jugadores
hacer el esfuerzo final. Dejar hasta la última gota de esfuerzo para después no
reprocharse nada. Està en una situación lìmite y debe reaccionar. ¿Podrà?