Gracias a Dios, se termina el peor torneo de la historia para
Defensores de Cambaceres. Nadie imaginó que la última fecha del campeonato
encontraría al Rojo en la última posición del campeonato y ni siquiera con
posibilidades de salir de esa ubicación. El partido de mañana, en Tapiales,
frente a Atlético Lugano, desde las 15.30, solo servirá para cerrar un certamen
que quedará grabado con una mancha en el historial deportivo de la institución.
El árbitro será Edgardo Zamora. Como siempre, habrá transmisión por FM Sur
105.1 y www.radiosurfm.com.ar, desde las 15.
Poco para agregar a una campaña paupérrima bajo todo punto de
vista. Todo salió mal, nunca le encontró la vuelta al campeonato, nunca pudo
pelear por cosas importantes. El nivel evidenciado en el certamen fue
totalmente irregular. No pudo ni supo hilvanar resultados que le permitieran
soñar con algo importante. Pareció que se subestimó la categoría y,
evidentemente, las decisiones futbolísticas fueron desacertadas. La tabla no
miente. Pretender culpar a la mala fortuna es evadir la realidad y no ser
autocrítico. El descenso hace un año fue un duro golpe, esta campaña es un puñal
clavado en el corazón del hincha del Rojo.
El encuentro de mañana, seguramente, marcará el final de ciclo de
varios jugadores. Después de esta olvidable campaña, varios se irán y habrá que
rearmar el equipo para la próxima competencia.
Lugano tampoco juega por nada, ubicado en los últimos puestos del
campeonato.
Un partido que carece de interés y que marcará el cierre de una
temporada de terror.