lunes, 12 de abril de 2021

CAMISETAS


Por Jorge Daniel Testori 

Me parece que fue en Octubre, ese mes tan marcado por la historia y las demás ciencias fácticas, y tengo la certeza que fue en la ciudad de La Plata en una de sus Facultades. Un científico, uno solo, sin grupo de trabajo, sin presupuesto, sin colaboradores, allí en un rinconcito olvidado de su laboratorio, llegó a concebir la creación que consumió largos años de su vida intelectual. Inventó una camiseta confeccionada con una tela especial, común a la vista, cómoda e informal. El secreto de la controvertida prenda era su capacidad a nivel químico, atómico o decididamente electrónico, de modificar y controlar eficazmente el pensamiento humano

. Quien lucía la susodicha camiseta, ya sea para dormir, hacer deportes o pasear los domingos con el perro, adoptaba a rajatablas la ideología impuesta por el ignoto universitario. Así fue como poco a poco, merced a la maniobra publicitaria de regalar a niños, adolescentes y jóvenes la tendenciosa sudadera decorada con estampas rockeras, transgresoras y rebeldes, el tipo fue condicionando una masa creciente de adeptos como soldados incondicionales. En el momento en que el absurdo científico consideró que su poder era suficiente para acceder a posiciones mas encumbradas, constituyó una fuerza política con la intención de ocupar la primer magistratura de la República. 

El día que juró como Presidente, Jefe de las Fuerzas Armadas, Regidor Legislativo y Procurador de la Corte Suprema de Justicia, una multitud de camisetas uniformes lo vitoreaba en la Plaza Mayor.