Por Jorge Daniel Testori
Hoy hay fútbol y puede ser un entretenido encuentro aunque sé que no se van a encontrar porque los dos quieren ganar y uno debe perder, ya que el empate no esta considerado en sus planes.El equipo A y el equipo B.En el equipo A juegan millonarios endeudados con deudas morales, políticos de elasticidad superlativa, íconos fátuos, traidores de sus vecinos, amables bellezas intocables, interlocutores divinos, portadores de panzas llenas con comida ajena, punteros derechos, tácticos estrategas, goleadores sin red y punteros izquierdos.
En el equipo B juegan oportunistas sin oportunidad, representantes de pobres, tolerantes sin paciencia, acomodados en el gallinero, vírgenes prostitutas, laicos enfanatizados, agoreros de turno, punteros derechos, ladrones con celulares, especialistas en holgazanear y punteros izquierdos.El público es el que paga la entrada mirando desde lejos en las tribunas, alejados de la platea techada, a la intemperie, y aunque a veces las localidades VIP están vacías no hay posibilidad de colarse.El guardián, que no es hincha de A o B, es muy celoso de su trabajo y el público no puede entrar en los sitios privados, salvo si se resigna a soportar severas privaciones.El árbitro generalmente es un ser imparcial con autoridad para condenar o absolver, y como el empate no esta considerado en sus planes, puede optar por seguir las indicaciones de su antecesor Don Poncio Pilatos.