Transcurriendo los primeros días de enero, la Primera “D” vuelve a ser la categoría de mayor incertidumbre del fútbol del ascenso.
Aún no hay una fecha aproximada para el inicio del torneo (¿será en marzo?), mucho menos se sabe cómo se jugará el campeonato y lo que no resulta un dato menor es cuantos equipos formarán parte del mismo.
Lo que sí está claro es que la divisional, con los ascensos de Liniers y Puerto Nuevo, se quedó con apenas diez instituciones.
Es absolutamente inviable armar un certamen con esa cantidad de equipos. Hasta cualquier certamen barrial tiene mayor cantidad de conjuntos.
Pero lo concreto es que aún no hay una voz oficial si en la brevedad habrá nuevas afiliaciones de equipos o se lo seguirá postergando como ocurre desde el año pasado. Con este panorama, los clubes retomarán a las prácticas con los mismos interrogantes que suelen rodear a la división más postergada del fútbol argentino.-