Defensores de Cambaceres perdió esta tarde 3 a 2 en su visita a Tristán Suárez. Víctor Gómez anotó los dos goles del “Rojo”, mientras que Passarelli, Orfila y Villalba sellaron la victoria del conjunto local. Si nos remitimos estrictamente al resultado, Defe volvió a dejar puntos en el camino y solo sumó tres de los quince que jugó. Pero también hay otra historia para contar. Y esa historia marca que el resultado final no se condice con lo que ocurrió en el campo de juego. El Rojo mejoró su nivel de juego, creó varias situaciones de gol, puso a Elías Gómez (el arquero local) en figura pero falló. Tristán fue contundente en los momentos oportunos y por eso festejó la victoria con sabor a inmerecida.
En los primeros quince, el Rojo le costó acomodarse al nuevo esquema. Tristán transitó mejor la cancha pero sin generarle peligro. Pero en la medida en que se fue ordenando, con serenidad soltura, el Rojo empezó a jugar mejor. Y en varias oportunidades estuvo a punto de abrir el marcador. Víctor Gómez tuvo un muy buen debut como titular y en un par de ocasiones hizo revolcar a su tocayo Gómez. Benítez, de cabeza, tuvo su oportunidad. De media distancia, Camba se animó y Quillutay y Pratto estuvieron cerca. Camba hacía meritos para irse con una ventaja y por esas cosas del fútbol hubo un gol pero fue para el local. En el minuto 45, corner desde derecha, la peinan de cabeza y Passarelli, entrando por el medio del área, fusiló a Nacho. 1 a 0, increíble e injusto.
En el complemento, el local, que armó para pelear arriba, iba a ser gala de la contundencia. Supo sacar provecho de algunos desajustes defensivos y a los siete minutos, Tristán logró el segundo gol. Orfila peló y ganó un balón y definió con clase por arriba de Nacho. Demasiado castigo para “Camba”. Igualmente, sobre los 17´, Víctor Gómez cabeceó un centro desde la derecha y le puso “pimienta” al juego. El encuentro no daba tregua. A los 24´, Villalaba logró escapar por el sector izquierdo y definió cruzado. La diferencia de dos goles solo duró un minuto. Una corajeada en el área de Víctor Gómez puso las cosas 3 a 2. El once de Santa María se jugó en pos del empate pero se encontró con un equipo que no le dio ventajas. Lo buscó y estuvo cerca. Creció en rendimiento, pero le alcanzó. Masticó el sabor de la derrota, pero en el juego tiene con qué para pelearla. Al menos, eso fue un aliciente.
En los primeros quince, el Rojo le costó acomodarse al nuevo esquema. Tristán transitó mejor la cancha pero sin generarle peligro. Pero en la medida en que se fue ordenando, con serenidad soltura, el Rojo empezó a jugar mejor. Y en varias oportunidades estuvo a punto de abrir el marcador. Víctor Gómez tuvo un muy buen debut como titular y en un par de ocasiones hizo revolcar a su tocayo Gómez. Benítez, de cabeza, tuvo su oportunidad. De media distancia, Camba se animó y Quillutay y Pratto estuvieron cerca. Camba hacía meritos para irse con una ventaja y por esas cosas del fútbol hubo un gol pero fue para el local. En el minuto 45, corner desde derecha, la peinan de cabeza y Passarelli, entrando por el medio del área, fusiló a Nacho. 1 a 0, increíble e injusto.
En el complemento, el local, que armó para pelear arriba, iba a ser gala de la contundencia. Supo sacar provecho de algunos desajustes defensivos y a los siete minutos, Tristán logró el segundo gol. Orfila peló y ganó un balón y definió con clase por arriba de Nacho. Demasiado castigo para “Camba”. Igualmente, sobre los 17´, Víctor Gómez cabeceó un centro desde la derecha y le puso “pimienta” al juego. El encuentro no daba tregua. A los 24´, Villalaba logró escapar por el sector izquierdo y definió cruzado. La diferencia de dos goles solo duró un minuto. Una corajeada en el área de Víctor Gómez puso las cosas 3 a 2. El once de Santa María se jugó en pos del empate pero se encontró con un equipo que no le dio ventajas. Lo buscó y estuvo cerca. Creció en rendimiento, pero le alcanzó. Masticó el sabor de la derrota, pero en el juego tiene con qué para pelearla. Al menos, eso fue un aliciente.