A Yonatan Aranas (así es, el nombre se escribe con Y griega) le llegó el momento de afianzarse en el arco de Defensores de Cambaceres, tras la separación del plantel de un histórico como Nacho González. El joven que vino de Barracas Bolívar asumió el desafío y se tiene toda la confianza de salir de este momento: “Gracias a Dios pude sacar dos pelotas importantes. La verdad, me pegaron. Pero sirvieron para conseguir los tres puntos. Fue muy importante para achicar la diferencia con San Telmo. Tengo la fe de que nos vamos a salvar. Con estas ganas y con esta actitud vamos a salir adelante”.
Acerca de esta oportunidad que se le dio en el primer equipo, dijo que “no lo podía creer que el cuerpo técnico se jugara por mí teniendo delante a un arquerazo como Nacho González. Yo lo quiero muchísimo. Me rompo entrenando y sabía que se podía dar. Me dolió mucho lo de Nacho, porque es un amigo. Aprendí mucho de él, más que de fútbol de la vida. Atajo por él, que me da las fuerzas y cada pelota que agarro se la dedico a él”.
En otro tramo de la entrevista aseveró que “veníamos de un bajón anímico importante. Perdimos muchos puntos que hoy lamentamos. Pero esa fuerza del equipo y las ganas nos hacen seguir peleando”.