











Fue admirable realmente lo que hicieron los jugadores en los noventa minutos. Dejaron el corazón en cada pelota, lucharon como si fuera la última, demostraron orgullo y temperamento y lograron una victoria tan necesaria como el agua.
La presencia de varios jóvenes en el equipo revitalizó el funcionamiento. Porque esta vez “Camba” estuvo muy ordenado y no mostró las serias gritas de toda la tarde. El “Gato” Gamberini se adueñó de la mitad de la cancha y distribuyó siempre con criterio, el pibe Ezequiel Díaz fue una permanente rueda de auxilio por la derecha, Sebastián Ferreira mostró su atrevimiento y le puso frescura a la delantero, Leiva no desentonó y Ladogana mostró su incansable ida y vuelta junto a Ibañez. Esta vez el Rojo estuvo muy firme atrás y no pasó grandes sobresaltos. El encuentro se jugó entre el orden de “Camba” y las pocas ideas del Verde. El gol se produjo a los 40 minutos del primer tiempo. Russo la peló por la derecha, llegó con el centro, hubo un rebote, y Ladogana, con un disparo ingresando al área, quebró la resistencia del arquero.
El segundo tiempo, “Camba” trabajó con inteligencia al partido. Le dejó venir a Sarmiento y se cerró bien en el fondo. Pero allí se mantuvo muy firme y seguro. El equipo lució compacto y confiable. El “Verde” lo buscó pero sin generarle peligro. De contra, Defensores lo pudo haber liquidado. Ibáñez, en el final, tuvo una muy clara que remató por sobre el travesaño.
Defensores ganó y esa es la gran noticia del día. Se demostró asimismo que tiene orgullo para seguir peleando en la adversidad.