La sugerencia del COPROSEDE de no permitir la venta de entradas el mismo día del encuentro conspiró para que el estadio no presentara un marco acorde a las circunstancias. El hincha del Rojo no está acostumbrado a adquirir su entrada con anticipación y por eso no fueron muchos los que pasaron por la sede en los días previos. Hubo otros desinformados que llegaron al estadio y se encontraron con las boleterías cerradas. No obstante, hubo algunas excepciones, y los socios si pudieron ingresar.La barra, por su parte, llegó con el cotejo iniciado y desplegó todas sus banderas y sus gritos detrás del arco que da a la calle Quintana. Se recaudaron 837 pesos.
SECTOR ESPECIAL PARA DIRIGENTES
Había temor que pudieran llegar hinchas de All Boys e infiltrarse entre los locales. Por eso se reforzó la seguridad con 40 agentes. Los dirigentes del visitante fueron colocados en un sector contiguo a la tribuna de cemento y de allí siguieron el encuentro alejados de los locales y sentados en unas sillas especialmente colocadas para la ocasión. Se había pensando en instalar una pequeña tribuna traída desde Casa de Cultura pero no se pudo conseguir. Todo transcurrió con calma.