Cuatro meses y un día pasaron desde aquel empate en un gol ante Excursionistas. Cinco partidos jugando fuera de Ensenada. Y una tarde el Rojo volvió a jugar en el “12 de Octubre”. Más allá de tratarse de un día laboral, cerca de medio millar de personas se hicieron presentes ávidas de ver fútbol y, en especial, estar cerca del equipo de sus amores. Los simpatizantes, como es habitual, desplegaron varias banderas sobre los alambrados. Y la 14 le puso su cuota de color y aliento, ocupando el centro de la tribuna de madera que da sobre la calle Quintana. De allí partió el aliento, en una tarde que terminó como todos las soñaban: con una victoria del “Camba”.