Importantísima victoria alcanzó Defensores de Cambaceres ante Leandro Alem, por 1 a 0. Tres puntos vitales para seguir soñando con ingresar al reducido contra un rival que venía encumbrado en las posiciones. Fue por una obra maestra de Sebastián Jaime, autor de un gol fantástico, en una apilada que valió una victoria festejada y merecida.
El triunfo fue justo porque el Rojo supo golpear a tiempo y después le cerró los caminos a Alem. Dentro de un trámite de juego discreto y equilibrado, Cambaceres tuvo la virtud de saber manejar los tiempos del partido. Supo jugar a su ritmo y no el de la gente, supo trabajar el partido y no se puso colorado (pese a sus colores), cuando tuvo que defender con dos líneas de cuatro para salir de contragolpe. Alem demostró que es un equipo duro y que tiene jugadores desequilibrantes. Sandoval, Domínguez y el “Lobo” Cordone son equipistas que saben jugar con la pelota en sus pies. Pero el Rojo no le dejó espacios para que se lucieran. Se calzó el overol, jugó cuando había jugar y puso cuando había que poner. Mostró progresos importantes en la faz defensiva. Facundo Muñoz y Leiva le aportaron marca y buena salida por los costados. Cristian González rindió mejor como último hombre que en su anterior ubicación de 3 y Dell Orto tuvo una tarde correcta. Así, después de cuatro fechas, Defensores volvió a terminar con el arco invicto.
Ya durante el primer tiempo, había mostrado algunas insinuaciones. Un disparo de Manes que se fue cerca del ángulo izquierdo había sido la opción más clara. Hasta que llegó el minuto 32 y llegó el mejor gol de “Camba” del campeonato. Leiva hizo un lateral sobre la izquierda. Buscó a Sebastián Jaime. El delantero le hizo un sombrero a su marcador, encaró hacia el área, dejó a dos rivales en el camino a puro amague, y luego a un tercero para someter a Santillán con un disparo cruzado y a la izquierda. Un GOLAZO, así con mayúsculas, para ponerle un marco y cerrar la cancha. Pero “Camba” no fue solo semejante gol. Fue un equipo compacto y armónico en sus líneas. Si bien es cierto que retrocedió en demasía en la segunda mitad, también es cierto que no pasó mayores sofocones. Desde la idea de cerrarse en defensa nació la intención de asegurar el resultado y trabajar el encuentro con orden. Los minutos fueron pasando. Alem no le encontró la vuelta y en el final Yaniz y Manes tuvieron dos clarísimas situaciones para ampliar el marcador.
Final con festejo y alegría por un triunfo fundamental que lo pone al Rojo en carrera y con ganas de terminar entre los ocho de arriba.
El triunfo fue justo porque el Rojo supo golpear a tiempo y después le cerró los caminos a Alem. Dentro de un trámite de juego discreto y equilibrado, Cambaceres tuvo la virtud de saber manejar los tiempos del partido. Supo jugar a su ritmo y no el de la gente, supo trabajar el partido y no se puso colorado (pese a sus colores), cuando tuvo que defender con dos líneas de cuatro para salir de contragolpe. Alem demostró que es un equipo duro y que tiene jugadores desequilibrantes. Sandoval, Domínguez y el “Lobo” Cordone son equipistas que saben jugar con la pelota en sus pies. Pero el Rojo no le dejó espacios para que se lucieran. Se calzó el overol, jugó cuando había jugar y puso cuando había que poner. Mostró progresos importantes en la faz defensiva. Facundo Muñoz y Leiva le aportaron marca y buena salida por los costados. Cristian González rindió mejor como último hombre que en su anterior ubicación de 3 y Dell Orto tuvo una tarde correcta. Así, después de cuatro fechas, Defensores volvió a terminar con el arco invicto.
Ya durante el primer tiempo, había mostrado algunas insinuaciones. Un disparo de Manes que se fue cerca del ángulo izquierdo había sido la opción más clara. Hasta que llegó el minuto 32 y llegó el mejor gol de “Camba” del campeonato. Leiva hizo un lateral sobre la izquierda. Buscó a Sebastián Jaime. El delantero le hizo un sombrero a su marcador, encaró hacia el área, dejó a dos rivales en el camino a puro amague, y luego a un tercero para someter a Santillán con un disparo cruzado y a la izquierda. Un GOLAZO, así con mayúsculas, para ponerle un marco y cerrar la cancha. Pero “Camba” no fue solo semejante gol. Fue un equipo compacto y armónico en sus líneas. Si bien es cierto que retrocedió en demasía en la segunda mitad, también es cierto que no pasó mayores sofocones. Desde la idea de cerrarse en defensa nació la intención de asegurar el resultado y trabajar el encuentro con orden. Los minutos fueron pasando. Alem no le encontró la vuelta y en el final Yaniz y Manes tuvieron dos clarísimas situaciones para ampliar el marcador.
Final con festejo y alegría por un triunfo fundamental que lo pone al Rojo en carrera y con ganas de terminar entre los ocho de arriba.