Ubicado en Camino Rivadavia y Quintana, el "12 de Octubre" es
sin dudas uno de los emblemas de nuestra ciudad.
Durante tantos años albergó a miles de hinchas, y no solo ensenadenses,
que armaban fiestas en las tribunas cada vez que el Rojo hacia su presentación.¿
Quien no ha tenido un abuelo, padre o tío que le haya contado historias sobre
este lugar, o sobre los partidos que se jugaron allí o sobre esas promesas que
hoy son leyenda y en algún momento pisaron nuestro verde césped?¿Cuántos no
hemos podido evitar
echarle un vistazo cada ve que pasamos por las calles que
lo rodean? Para muchos fue su segunda casa, el lugar al que asistían todos los
fines de semana, la cancha que todos querían ver colorida y viva.
Pero hoy la realidad es otra. En los meses en que Defensores de
Cambaceres dejó obligatoriamente su localía en Ensenada, su estadio pasó a un
segundo plano para muchos. Salvo por dos grandes obras que se están realizando,
de las que solo una por ciertas cuestiones avanza de manera muy favorable en
tiempo y forma (el paredón del camino Rivadavia), el resto del lugar se
sumergió en un casi completo abandono.
Muros descoloridos, gastados por el tiempo y algún que otro portón viejo
que cuelga y no cierra son el panorama de bienvenida que nos da hoy el "12
de Octubre". Ya en su interior nos encontramos con un césped bastante
crecido por todos lados, un campo de juego que no avanza y está cubierto de yuyos,
sumado a que las rejas y alambrado perimetral se encuentran totalmente oxidados
y en algunos sectores doblados o caídos. Camino a la platea nos topamos con un
pedazo de tronco, resto del árbol característico que solía estar en la cancha y
el cual fue cortado hace ya algunos meses.
En las tribunas, la primera sensación que se nos viene es la de
tristeza, no solo por el hecho de que hace mucho que no se disfruta de un
partido desde ese sector, sino más bien por la ausencia del rojo vivo que las
caracterizaba. Todavía se pueden ver algunas secuelas de lo que fue aquel
temporal de abril,como la ausencia de algunas
butacas que se volaron, pupitres abollados, y algún que otro alambrado que
todavía no fue retirado de la platea. En el sector de la popular, de donde provenían
la mayor parte de las voces que alentaba al Rojo, todavía hay alambrados y
tablones que esperan por ser reparados.
Estas son algunas de las cosas que se ven por fuera, sin contar las
cosas que faltarían en los baños, en los vestuarios o en el túnel. Podrán ser
pequeñas pero si se las cambiaran harían una gran diferencia. En estos meses se
estuvieron realizando diferentes jornadas para ayudar en el estadio, pero
fueron contados con los dedos las personas que se acercaron a colaborar.
Por más que no se juegue en la cancha, ¿es necesario tenerla en tal
abandono, con tanta desidia? Siendo tantos los hinchas ¿Cuesta mucho dar una
hora de nuestra semana o mes para ayudar a mejorarla y que en el momento que se
produzca la vuelta se la pueda ver más reluciente que nunca?
Estas tareas no llevan grandes gastos económicos, ni físicos, pero si se
requiere de aquellos que verdaderamente quieren al club para llevarlas a cabo. Defensores
de Cambaceres no es solo un equipo o una Comisión Directiva. También es un
estadio, el 12 de Octubre, que para volver a brillar como en sus viejas épocas
nos necesita a todos.
INFORME: Valeria Saucedo
INFORME: Valeria Saucedo