Para
el socio de Defensores de Cambaceres fue una jornada diferente. Mejor dicho un
domingo distinto. Acostumbrado, tal vez, a quedarse un rato más en la cama
disfrutando con la familia, en esta ocasión se levantó un rato antes, preparó
el desayuno, tomó unos mates y se fue para el “12 de Octubre”. Necesitaba, una
vez más, estar cerca del Rojo, apoyarlo en este momento complicado. Y dijo
presente, como cada vez que se le presenta la oportunidad.