Aquellos
que no son socios no pudieron ingresar al estadio, pero un grupo se las ingenió
para ver el encuentro de cualquier manera.
A
bordo de una camioneta primero lo arrimaron contra el paredón de la calle Saenz
Peña, detrás de uno de los arcos, y luego lo hicieron sobre el lateral del
camino Rivadavia. Desde allí siguieron el desarrollo de las acciones.