lunes, 19 de octubre de 2020

EL JUEGO DE LOS OPUESTOS


 Durante varias décadas, muchísimos futbolistas se atrevieron a “cruzar de vereda”, es decir, pasaron del Rojo, de Ensenada al Celeste, de Berisso y viceversa. La historia de esta movida no es para nada nueva, ya que lo largo de la historia, y por esas cosas del destino, muchos jugadores (y técnicos también) se atrevieron a “cruzar de vereda”. Pasar de un club a otro es una cuestión prácticamente natural en el fútbol de hoy, más cuando se ofrecen contratos superadores, pero cuando la entidad que te abre las puertas resulta ser el “archirrival” de toda la vida, al que siempre le quisiste ganar, sin importar cómo, la historia puede escribirse de otra manera. Quizás no haya dinero de por medio, pero sí abunda el “orgullo barrial”, el “amor por los colores” y el “sentido de pertenencia”, sentimientos que no se negocian muy fácilmente, y más si se trata de dos clubes con mucho arraigo en la Región como Villa San Carlos y Defensores de Cambaceres.

TÉCNICOS QUE CRUZARON DE VEREDA

Así como hubo futbolistas que vistieron las dos camisetas, también un puñado de técnicos, a lo largo de años, se dio el gusto de dirigir tanto al Rojo como al Celeste, en circunstancias diferentes. Por citar algunos ejemplos (que no son muchos), Roberto Zapata (ex ayudante de campo de Néstor Craviotto, en Estudiantes); Martín Zuccarelli (hijo de Humberto y ex jugador de Cambaceres); Daniel “Chueco” Marchioni (ascendió con el Celeste en la temporada 92/93) y Rubén Agüero, el actual técnico del Rojo, que también fue entrenador de la Villa haciendo dupla con Julián Camino. También hubo otros casos llamativos, que merecen ser recordados. Guillermo Cinquetti atajó en el Celeste, pero también fue preparador físico de Camba; Gabriel Pedrazzi dirigió al elenco de Berisso, y luego, fue ayudante de campo de Ricardo Kuzemka cuando éste comandó al cuadro de Ensenada. Y más atrás en el tiempo, Martín Rosales, quien vistió la camiseta de Camba en 1957, y condujo los destinos del Celeste en 1971. Hubo, además, dos casos en el que padre e hijo pasaron por los dos equipos. Por ejemplo, los Kondratzky: Pedro (padre), fue un ex defensor, y partícipe de uno de los ascensos de San Carlos, en la década del ´70, y Diego (hijo), arquero en los ´90. Y el otro caso es el de Néstor García (padre e hijo  se llamaban igual), que se pusieron las camisetas de ambos. Existen además antecedentes de un par de hermanos que jugaron en los dos bandos: los Rodríguez, Diego (defensor) y Alfredo (arquero), que después de actuar en el Celeste, pasaron a Camba a mediados de los años `90. Y los Giordano, Julio, lateral derecho y Sergio, alias Tequi, puntero izquierdo. Los hermanos Rodríguez y Giordano vistieron también las dos camisetas

 GRITÓ GOLES CON LAS DOS CAMISETAS


Matías Brianese, de 25 años, fue uno de los últimos futbolistas en “cruzar de vereda”, es decir, pasar de Cambaceres a San Carlos. En su charla con este diario, el delantero, hoy en San Carlos tras su paso por Sportivo Italiano, habló de lo que significó para su carrera vestir las camisetas de los dos equipos ribereños, y donde inclusive, gritó varios goles (cuatro en Camba y 8 en la Villa). “Mi experiencia en Camba se dio gracias a Cristian Ferlauto, el técnico en ese momento. Estaba en Italia, en diciembre de 2017, cuando se comunicó conmigo al haberse enterado de mi regreso al país. Y no dudé en sumarme ya que los cupos en diciembre se liberan. La verdad, me encontré con un club que venía golpeado, de campañas  anteriores malas. Esta nueva dirigencia venía haciendo las cosas muy bien, y me hicieron sentir muy cómodo. Lamentablemente no pudimos conseguir el objetivo de salvarnos del descenso. Hicimos una buena campaña, pero no alcanzó. Había que realizar una campaña de campeón para evitar el descenso. Se nos complicó en las últimas fechas, por eso no se pudo lograr el objetivo. De todos modos, me sentí muy feliz en Camba, un club humilde. Me hubiese gustado despedirme de otra manera. Como tenía contrato profesional, hubo que darle de baja cuando descendió. Fue una etapa muy linda en mi carrera”. Brianese, contó, además, cómo llegó a San Carlos. “Después de algunos contactos, se dio la chance de realizar una prueba. Fue casi sin buscarlo. Era complicado, y sin embargo, el entrenador me dio la oportunidad de ir a probarme. Estuve casi un mes entrenando con el plantel, hasta que me comunicó que iba a firmar y que me convertiría en refuerzo. La tuve que pelear, como me dijo el técnico, pero acepté la propuesta porque no quería quedar libre. Y así fue que me incorporé a la Villa. No fue nada sencillo, porque pasé a formar parte de un plantel que estaba prácticamente armado. La gente que trabaja en el club demostró que lo hace muy bien, por eso es un club ordenado. Y me lo hicieron sentir ni bien llegué”.

Brianese, contó que por lo bajo, la gente comentaba que yo `venía de Cambaceres`. “Este cambio me dio la chance de conocer compañeros nuevos, por eso, no me costó la adaptación. Este cambio de club fue un desafío para mí. Sé muy bien de la rivalidad que hay entre Cambaceres y San Carlos, pero me lo tomé con la mayor profesionalidad posible. Con tranquilidad, porque era mi trabajo. Y sabiendo lo que tengo que hacer dentro de la cancha y convencido de hacer lo mejor para el grupo, para la gente y para los que confiaron en mí, más allá de la camiseta que me ponga. Al hincha le importa el rendimiento, es decir, cómo jugas. Se escucharon comentarios de que llegaba de Cambaceres, pero en la cancha no me guardé nada. Ni para uno ni para otro. El que me conoce sabe que todo esto me lo tomo como profesional. Hay que defender la camiseta que uno se pone y saber diferenciar la rivalidad. En un club perdí la categoría, y en el otro ascendí. Esas son las cosas lindas que te da el fútbol”. Por último, el delantero enfatizó que “no me guardé nada, ni con la camiseta de Cambaceres ni con la de San Carlos. Haber podido lograr el ascenso fue lo más importante para mi carrera. En este club también pasé momentos muy agradables. Soy agradecido porque me abrió las puertas sin importar de dónde venía. Estuve a préstamo en Sportivo Italiano, pero regresé al Celeste porque sigo con contrato. Ojalá pueda tener otra chance en este equipo y seguir demostrando que estoy a la altura de la divisional”. Matías Brianese se dio el gusto de marcar goles en los dos equipos: 4 en Camba y 8 en la Villa

LA ENTREGA Y EL AMOR PROPIO EN AMBOS LADOS

 Christian Catado, aquel lateral derecho de empuje, sacrificio y temperamental, que se consagró bicampeón con Cambaceres, en la temporada 98/99, también fue uno de los tantos futbolistas que, por diversas circunstancias, decidió cambiar de “vereda”. Después de haberse puesto la camiseta Celeste, a mediados de los años `90, saltó a Cambaceres, a partir de una prueba para jugadores libres que convocó el entonces entrenador del Rojo, Alejo Santa María. “En San Carlos pasé muy buenos momentos, aunque no tuve demasiada continuidad porque delante de mío estaba el Gallito Sergio Daher, un histórico e inamovible del equipo. En aquel grupo tuve la suerte de compartir vestuario junto a Albanese, Besada, Dupont, Daher, Segovia, Martini, Trinchín y París, entre otros. El técnico era Hugo Zuleta, aunque cuando llegué estaba Hugo Frontini. ¿Cómo surgió lo de Cambaceres? Con San Carlos quedamos eliminados con Sacachispas en una Liguilla. Y en julio del `97, Cambaceres organizó una prueba de jugadores libres. Recuerdo que nos fuimos a probar con varios chicos que estuvieron conmigo en la Villa, pero el único que quedó fui yo. Allí comenzó mi carrera en el Rojo, donde tuve la suerte de integrar el equipo que logró el bicampeonato y el ascenso a la B”, dijo Cataldo. Y agregó: “Nunca tuve problemas el hecho de haber llegado a Cambaceres procedente de San Carlos. Por mi forma de jugar, y más allá de la camiseta que utilicé, siempre dejé dentro de la cancha lo mejor. Me entregué al máximo siempre. Fui un jugador de mucha entrega y sacrificio, que realmente transpiraba la camiseta, por eso jamás nadie de la Villa y de Camba me reprocharon nada. Esa fue mi manera de jugar y los que me conocen, saben que siempre fue así. De hecho, hoy en día me cruzo con varios chicos y tengo buena relación en los dos clubes”. Cataldo habló de cómo se sintió en los dos clubes. “Me sentí muy cómodo en los dos grupos porque había gente que conocía. Éramos todos del palo del fútbol y con varios jugamos en Gimnasia, como Santiago Gamba y Facundo Besada. Pero en los dos clubes me dejaron grandes enseñanzas”.

 CON LAS DOS CAMISETAS

 Canay, José Luis; Scrignar, Marcelo; Oleiro, Juan Manuel; Volpe, Víctor;Carsetti, Lautaro;  Salinas, Gustavo;  Jesús, José Luis; Casal, Hugo;  Spina, Gabriel; Licht, Pablo; Carlos, Ariel; Vevenis, Jonathan;  Cataldo, Christian;  Valenti, Sergio;  Brianese, Matías; París, Norberto; Abdó, Raúl; Tiburzi, Víctor; Ferro, José; Colli, Carlos; Haramboure, Fabián; De Angelis, Julio; Segovia, Hermindo; Kondratzky, Pedro; Kondratzki, Diego; Aued, Mariano; Bordón, Gabriel; Pasquarelli, Juan José; Cortizo, Leonardo; Randrup, Máximo; Franchi, Laureano; Ullastre, Juan Cruz;  Abuín, Pablo; Massa, Facundo; Frías, Diego; Russo, Roberto; Allan, Lucas; García, Néstor García, Néstor (hijo); Gómez, Juan Carlos; Protzukov, Hugo; Martiricorena, Juan Carlos; Rodríguez, Alfredo; Rodríguez, Diego; Bidondo, Julián; Bressa, Norberto; Badell, Maximiliano; Schoenfeld, Nicolás; Rosales, Martín; Giles, Adalberto; Cortínez, Raúl; Sauk, Daniel; De la Torre, Juan Carlos; Giordano, Sergio; Giordano, Julio; Díaz, Raúl; Fariscoy, Abelardo; Gatti, Luis; Muñoz, Carlos; Morán, Hugo; Capel, Hugo; Candia, Alejandro; Alvarez, Ariel; Guirotane, Christian; Caminos, Marcos; Michailenko, Alejandro; Rocha, Dardo; Sánchez, Matías; Stork, Marcelino; Duarte, Silvio; Ceccato, Luciano; Ortiz, Martín;Dos Santos, Walter.

FUENTE: Diario El Día