La AFA determinó un amnistía para todos los jugadores de Primera División y del ascenso que arrastraban suspensiones del torneo anterior, como aconteció en el torneo anterior, tras la reanudación post cuarentena.
En el caso del Rojo, el jugador beneficiado fue Tomás Squie, que había sido expulsado en el cotejo con Atlas por el Reducido y suspendido por dos fechas.