Por FRANCO PICATTO
La zanahoria del campeonato tuvo otro dueño.El compás ganador nunca se detuvo y eso enaltece una de las campañas más superlativas que se le haya podido registrar a Cambaceres en los últimos tiempos. La apuesta resultó audaz desde esos días calurosos de febrero en medio de una pretemporada con nombres por incorporarse y jugadores en plan de recuperación. Se pudo ganar más que empatar, y la derrota no condenó a un equipo programado para trasladar las preocupaciones al rival. Jugar con soltura sin perder la concentración. Equilibrio y practicidad. Este “Rojo” se apoyó desde la jerarquía de los refuerzos de renombre y no sobre ese aporte de calidad.
Desde allí, empezó a sacar una ventaja por sobre el resto.
Potenciar las fuentes y agregarle un aceitado andamiaje colectivo. Por eso,
enumerar las fortalezas de un equipo invicto es una tarea fácil,pero analizar
la progresión deportiva de un club que arrastraba campañas paupérrimas a este
presente, indudablemente, marca un cambio de época. Romper los esquemas en pos
de un crecimiento siempre es un síntoma de estabilidad. Al hincha de Cambaceres
le colorearon una postal color sepia. La de un plantel que asume la
trascendencia del valor simbólico de esta camiseta y su historia.
Ayer venció a Yupanqui con mucha autoridad y la caravana no
se descuelga. Cambaceres se mantuvo arriba del ring y ningún retador lo hizo
tambalear. Este torneo deja lecciones para corregir, aunque saben que los
ajustes sólo serán visibles con mayor cantidad de minutos. El “Rojo” ahí viene
exhibiendo temple y ya luce sin pudor el cartel de candidato para el torneo
Clausura. Supo construir sociedades desde la solidez y sin resentir fluidez en
el juego. Apuntalar una propuesta vistosa es casi un hecho tabú en el
rudimentario ascenso, dónde muchas veces se aplica la máxima “mete gol, gana”.
Casi sin fisuras, los de Da Ponte tienen material y consistencia para ser
pretenciosos. Los hinchas, jugadores y espectadores neutrales consideran que el
segundo puesto les quedó corto. Una síntesis de un torneo que no admite
reproches.