El objetivo de volver pronto no lo pudo concretar. El primer año en la nueva categoría fue tan malo que terminó último. Intentó el ascenso en los torneos siguientes y por poco se le escapó en 2021 y el año pasado.
Sin embargo, el inicio del 2023 le trajo una noticia de la que mucho se venía hablando pero nunca se concretaba: la unificación de las dos categorías. Esta situación devolverá al Rojo en 2024 a la cuarta división del fútbol argentino. Y por estos días se discutirá que incentivo tendrá el torneo de la D de este año y si permite un premio mayúsculo que sería pelear por un ascenso a la Primera B. Pero como quiera que sea, se viene una nueva etapa para el Rojo. Volverá a jugar en el fútbol profesional. Ya no tendrá limitaciones para armar el plantel, según las edades y según si un equipista tenía un contrato profesional o no.
Habrá otro presupuesto y la chance de armar un equipo como el cuerpo técnico desee, lógicamente de acuerdo a las posibilidades económicas.
Pero, además, tendrá todo un año por delante para seguir fogueando a los juveniles del club y prepararlos para lo que se viene, que será mucho más exigente.
Más allá del premio que pueda otorgar este torneo, Camba debe aprovechar esta temporada para proyectarse a futuro. Hay mucho tiempo delante para armarse de la mejor manera para lo que se viene y para estar listo cuando deba enfrentar la nueva estructura del fútbol argentino.