Ellos se dieron el gusto ellos y Cambaceres disfruta de esos hijos que un día se fueron de casa.
Este fútbol de veteranos que este año tuvo tres planteles en el club orgullo de una ciudad, el +35, el+45, el +50. Si faltaba nostalgia, vinieron los +55.
Y los más viejos tuvieron doble satisfacción, por el reencuentro y por cruzar la meta, salir campeones, con el suspenso de no haber terminado un torneo en diciembre y lo fueron a jugar bajo un cielo infernal de enero, del primer fin de semana del año 2023.
En Hudson, después de las fiestas de fin de año. Un premio a la amistad. Campeones en una categoría donde ya no se animan tantos.
Cambaceres +55. Con sentido de pertenencia, aquellos jóvenes y hoy longevos jugadores que nos ejercitan la memoria o a mirar fotos en blanco y negro. Memoria y respeto. ¿En qué equipo fue que ascendió Julio De Angelis? Ah, sí, el Rojo de Ensenada de 1984 y después se fue a darle suerte a los vecinos de Berisso en 1986.
¿Te acordás de Juan “El Coni” Nievas, ese defensor orgulloso de El Churrasco, que regó de sudor el lateral de los dos equipos orilleros del ascenso: jugó en los Villeros y fue profesional de un Camba de tiempos de B Metro. ¿Y “El Rapi” Osmar Acevedo, también estuvo? Sí, el mismo de rulos que tantas veces salió en fotos de la revista Solo Fútbol con aquel kamikaze del gol, José Calderón. ¡Pero mirá vos si este equipo de veteranos hubiese repetido la fórmula Acevedo-Calderón! Ese dúo de las finales ante Argentino de Rosario, jugadas en Newell’s y en Estudiantes.
Pero fue a jugar un poco “El Colorado” Marcelo Scrignar, otro legendario que en la historia fue quien se desahogó a los gritos ganando el título de la Primera C (cinco fechas antes) en el estadio de Sarmiento, dejando atrás la frustración de cinco años con derrotas en Octogonales.
Repasamos jugadores y salen del túnel del tiempo dos que meten miedo, Hugo Sambrana y Fernando Rossi, que en el corazón son dos tipos tiernos.
Atrás de todo gran grupo debe haber algún “Bicho” y de los buenos… Julio César Montenegro, “El Bicho”, organizador, masajista deportivo, ex púgil, de los que transpiró ese escudo del CDC en dos finales fallidas entre 1986 y 1989. “Me metí a dar una mano con mi amigo Javier Saavedra (jugó en el club y en el ascenso de Italia), Gustavo Bologna, y el ex arquero y hoy médico Claudio Gamoneda”.
El grupo tiene una gran cantidad de ex jugadores genuinos de “Camba”, realzando mucho más el valor del éxito.
La sangre cambaceriana, con vitales glóbulos rojos, se mezcló con la de jugadores que también frecuentan las rayas verticales de Estudiantes donde juegan el torneo +50 de AFA. Para resaltar algunos con historias deportivas transcurridas en ligas sudamericanas: Domingo “Colo” Cincunegui (jugó en Venezuela), Adrián Fonsalido (Uruguay) y Alejandro “Mencho” Beltrán (gritó goles en Ecuador), y un esbelto Damián “El Pacha” Acosta (jugó alguna vez en Jamaica y jugó por los colores de San Carlos y Depo La Plata).
Buena temporada tuvieron varios que saben de jugar en el interior, Horacio Cepeda, Raúl Lachaga, Daniel López Osornio, Pablo Correa, Mario Danobara, el “Gallego” Labandera y Fernando “Polaco” Bozinovick (de ligas regionales en Italia y pasado en Dock Sud). ¡Ah, no se le puede decir mufas a los colorados! Este equipo tuvo a tres, José “Colo” Dolcetti, más Scrignar y Cincunegui.
Y para darle un sello de Primera división, el campeón contó un afamado gimnasista, Jorge “El Negro” Merlo, aquel que quedó en los historiales de los clásicos de La Plata con un gol en 1991.
El certamen Master +55 es uno de los pocos en esta franja etárea y con equipos del conurbano, donde aparecieron jugadores como Jorge Gaspari (campeón con Quilmes en 1978) y los Serrizuela (con historia de sobra en Independiente). Sería interminable dar a conocer el pasado de tantos adversarios con registros en el Ascenso de AFA.
Celebraron, bien ganado lo tenían en el Torneo “Sport Event” de Hudson, por donde aparecieron los entrenados y los que juegan sin tanto físico pero dándole la vieja solución del toque a la pelota. Hubo cracks de la zona de Varela, Quilmes y Berazategui, donde el potrero es religión y mandato social.
Cambaceres ganó 18 y perdió uno. Abrochó el primer puesto ante Pura Espuma, 3 a 1.La temporada 2022 dejó número asombrosos: jugaron tres torneos, con 48 partidos, 43 victorias, un empate y dos derrotas. En el Apertura salieron segundos detrás de Huracanes de Bernal.
Julio “El Bicho” Montenegro, en cueros, con el buen humor y el amor intacto por el fútbol. Se llevó de Hudson el trofeo que ahora está en las vitrinas del club de Ensenada.
Curiosidades del deporte, el presidente actual Cristian Comas, con flamantes 48 años, es más joven que cualquiera de este plantel. Pero los años no son nada. La felicidad dice todo, esa con la que abrió las puertas a todos, en cada disciplina que suman haciendo posible el lema de “un club para todos”. Mientras van sembrando la cancha de once, nos devuelve un mensaje con la alegría por estos campeones seniors. “Conozco mucho a Gustavo Bologna, una de esas amistades desinteresadas que llegan al club, que jamás pide nada y colabora siempre. Igual que todo estos muchachos que nos trajeron la copa. En un asado me presentaron el proyecto, cuando me dijeron que querían hacer lo que siempre pensaron hacer pero no se les daba, representar al club”.
El propio Bologna recoge las palabras del dirigente. “Yo soy del barrio, acá jugué un solo partido en Primera, me formé con cuerpos técnicos de lujo: Miguel Ignomiriello y “El Profe” Daniel Córdoba (con ellos salimos dos veces campeones invictos en divisional Reserva); José Silvero, Zapata y Cinquetti; Arrambide y Aldonate”.
Los años pasan, las historias quedarían en el olvido si la gente no se junta para recordarlas. Pero no viven de recuerdos. Se ponen los botines y trabajan para ser los mejores. En eso ya están pensando, porque en marzo arranca el Apertura. Entrará la categoría 69 (con dos menores). “En este torneo donde tenés que cumplir cincuenta y cinco”, explica Montenegro. El, como tantos con experiencia (“¡viejos son los trapos!” ya decía mi viejo), son uno de esos hijos que con el tiempo volvieron a pasar por el barrio. Allá por Ensenada, con aroma a ascenso, puerto y río de La Plata. Feliz año nuevo, Defensores. ¡Ya empezaste derecho!
Por Gabriel López