El
epílogo del partido nos tenía deparada una emoción mayúscula e inesperada. El
encuentro se moría irremediablemente en un espantoso 0 a 0. Pero, en fútbol,
nunca hay que confiarse hasta suena el último silbato del árbitro. Se jugaba el
último segundo de los dos minutos que había adicionado Gastón Iglesias. Brian
Martínez avanzó por la derecha, eliminó un par de rivales y se mandó al ataque.
Pelosi no pudo dominar en el centro del área y la pelota fue hacia la izquierda
por donde
apareció libre de marcas Jorge Casanova. El volante, que ingresó en
el segundo tiempo, sometió al arquero local con un remate cruzado y a la
derecha. Era la victoria agónica de Defensores de Cambaceres por 1 a 0 sobre San Miguel, era el desahogo de
un festejo de gol contenido por varias fechas y varios minutos. Un triunfo
traído de la galera. Parecía una utopía poder ver un gol en un partido tan mal
jugado, tan aburrido, donde prácticamente no se había pateado al arco. Nada
hacía prever que el empate podría ser modificado, salvo esos imponderables
hacen del fútbol este deporte tan hermoso.
San
Miguel y Defensores jugaron para empatar sin goles, en el peor partido que
vimos en el campeonato. Hubo muy pocas ideas de mitad de cancha hacia delante
en prácticamente 91 minutos de juego. Se nos hizo muy complicado rescatar
alguna situación de peligro a lo largo del juego simplemente porque no la hubo.
El
Rojo volvió a mostrar dos caras. Una la cumplió a la perfección: fue ordenado y
seguro en defensa. En la otra faceta,
sigue en debe: no tiene volumen de juego y le cuesta horrores poder convertir
un gol.
El
encuentro fue un dolor de ojos. Hay poco para rescatar. Pocas veces suelen
encuentros donde casi no se producen situaciones de peligro, donde las defensas
prevalecen claramente sobre los ataques. Arias Navarro y Griegger tuvieron tan
poca tarea que no debieron intervenir en ninguna acción de real riesgo.
¿Cómo
explicar un partido donde las emociones brillan por su ausencia? Claro estamos
hablando hasta el minuto 91, porque después apareció una acción totalmente
fuera de contexto.
Defensores
no construyó esas pequeñas sociedades que le permitieran armar juego. Muy
discontinuos y absorbidos por la marca estuvieron Di Biasi y el debutante Gambetta.
Así no prosperó el juego por las bandas. Y, entonces, a los delanteros no les
llegaba con claridad el balón y cuando lo hacían no podían superar a la defensa
local. Muy diferente fue el trabajo de mitad de cancha hacia atrás. Allí el
Rojo está sólido. Brian Martínez, cada vez más importantes por la derecha,
cerró su sector y se proyectó con firmeza. Goicoechea, por el otro lado, no
desentonó. Arébalo y Benavente volvieron a demostrar que se complementan a la perfección. Así, el Rojo no pasó
sobresaltos.
Se
iba el partido con un lógico 0 a 0. Pero la mañana calurosa y el largo viaje a
Los Polvorines cobró sentido en el instante final, allí cuando más se disfrutan
las victorias. Entre Brian Martínez y Casanova construyeron un triunfo que
harán que un encuentro espantoso se lo recuerde por un final inolvidable, de
esos que son para festejar por un largo
rato.
SAN MIGUEL: Grieger; Paccor, Luzzi, Scarnato y
Peralta; Bergés (cap.), Arnedo, Montuori y Montellano; Lutzky y Lucano.
Suplentes:
Ruggiero, Andolina, Adrián Pelosi, González King, Iturrería, Veloso y Correa.
DT: Gustavo
Cisneros
DEF.CAMBACERES: Arias Navarro (cap.); Brian
Martínez, Arébalo, Benavente y Goicoechea; Gambetta, Jones, Molina Ríos y Di
Biasi; Kissner y Clementino González Martínez.
Suplentes:
Spina, Lobato, Calabrese, Damián Gutiérrez, Casanova, Castro y Pelosi.
DT: Sebastián Abeledo.-
GOLES: ST
47’ Casanova (DC).-
CAMBIOS: ST al inicio
González King por Luzzi (SM); 15’ Adrián
Pelosi por Paccor (SM); 25´ Correa por Lucano (SM) lesionado; 27’ Casanova por Gambetta (DC); 30’ Enzo Pelosi
por Kissner (DC).-
AMONESTADOS: En Def. Cambaceres, Goicoechea. En San Miguel, Adrián Pelosi.
ARBITRO: Gastón Iglesias (bien)
ASISTENTES: Leandro Garay y Nahuel Rassullo