El clima de calor fue poco menos que insoportable en la cancha de Sportivo Italiano. Resultó el comentario de la jornada, con temperaturas inusuales para el mes de noviembre.
Obviamente, la temperatura se sintió mucho más dentro del capo de juego, con una térmica de 34 grados. Esto obligó al árbitro Cristian Suárez a detener el encuentro en dos oportunidades, una en cada etapa, para que los jugadores pudieran refrescarse.