sábado, 1 de abril de 2017

SU MEJOR MEDICINA ES CAMBACERES

Leandro Céspedes tiene 35 años y aunque hace 13 perdió sus piernas en un accidente mientras trabajaba en la recolección de residuos de la Municipalidad de Ensenada, colabora en el club a diario. "Corto el pasto, pinto, limpio, pongo tablones, cuelgo banderas, vendo entradas, me doy maña para todo, esta es mi casa y la quiero ver bien", le cuenta a "Crónica" este ferviente fanático.
Sufrió un terrible accidente, pero se refugió en el amor. Y junto a los valiosos tratamientos médicos, el afecto lo salvó y lo curó. Sus cuatro hijos y Cambaceres son la razón más importante de su vida y fundamentales para su reconstrucción.
Leandro Céspedes, Pepe para todos, tiene 35 años pero desde hace 13 todo cambió: trabajando en la recolección de residuos de la Municipalidad de Ensenada tuvo un desgraciado episodio y pedió sus piernas. Hoy, siendo amputado bilateral y utilizando unas prótesis, vive otra historia.
Fanático y socio del Rojo, el accidente le dio más fuerza y voluntad. Casi a diario, Pepe colabora con el club: pinta la cancha, corta el pasto, limpia, coloca tablones o vende entradas , entre otras funciones. Todo por los colores y el barrio.

Ante “Crónica del Ascenso”, Pepe cuenta su emocionante historia: “Siempre estuve vinculado a Cambaceres porque vivo a una cuadra y media del club. De chico iba a verlo, jugaba al fútbol y estuve ligado por mi familia. Cambaceres enamora, es una pasión indescriptible, te atrapa. Cuando tuve el accidente, el plantel de aquel entonces me regaló una camiseta, la 10 de Pablo Casado. Y nunca dejé de ir al club, a medida que me recuperaba me acercaba más todavía”.
Hace 4 años evolucionó notablemente por las prótesis que lo llevaron a usar menos la silla de ruedas. “Debo ser uno de los pocos amputados bilaterales que caminan en el país”, informa. Y comenta que “me dan ganas de hacer cosas por el club. No dudo cuando hay jornada de limpieza, de pintura, cortar el pasto, colgar banderas, para cualquier cosa estoy. Estuve en la parrilla, vendiendo entradas, poniendo tablones, soldando, me doy maña para hacer todo. La gente de la Comisión me deja hacer, y si bien soy socio pero no soy parte de la Comisión a veces encaro los temas como si fuera un dirigente del club”.
Pepe comenta lo medicinal que le resulta el Rojo: “Me hace muy bien, me despeja. Hace poco iba a hacer gimnasia con los jugadores, también me quedaba con los lesionados y los acompañaba, les daba fuerzas en ese feo momento. Yo siempre estoy revoloteando en el club. Y no pido nada a cambio, solo quiero que el club esté bien, que siga creciendo deportivamente y que el que vaya se sienta como en su casa”.
Por último, deja una linda reflexión: “Mi incapacidad me dio capacidad para otras cosas, tengo buen ánimo y muchas veces me doy cuenta que transmito entusiasmo y ganas: digo ‘voy a pintar’, alguno se contagia y viene. Ojalá hubiese más gente así en Cambaceres y otros clubes. Para criticar estamos siempre, pero mejor que decir es hacer. Yo hago y me reconforta”.
Se lo toma todo con humor
Leandro Céspedes cuenta anécdotas que tocan el tema de su incapacidad y se demuestra que está completamente superado el duro trance ya que ante “Crónica del Ascenso” las narra en tono de chiste y a pura risa. “En general no voy afuera porque los visitantes no pueden, pero hace dos años jugamos en San Luis con Juventud Unida por la Copa Argentina y viajé. Ahí a nosotros, que seríamos unos 40, nos mandaron para un lugar pero después vino corriendo un policía y nos dice ‘eh salgan de ahí que es el lugar de los locales’, y apurados por la situación de que se pudiera producir una pelea con los hinchas rivales, uno le dice al otro gritando, ‘sacá primero al de la silla de ruedas, rápido’”.
Otra historia la vivió con Nahuel Benavente, el defensor-volante referente del Rojo, que dejó el equipo hace dos años y que hoy milita en San Martín de Burzaco: “Yo lo jodía y un día le digo, ‘cuando me vas a dar una camiseta o algo, no me des unas medias eh’, y ahí me sigue la joda, ‘la próxima te alcanzo unos botines y unas canilleras’. Ellos también me joden y para mí está bueno, es todo sano”, cierra.
Incansable
Tras el accidente, Pepe hizo remo, levantamiento de pesas e integró la Selección Argentina de Atletismo de la modadlidad. Tiene 4 hijos (Julieta -17-, Santiago -13-, Morena -11- y Máximo -5-; los dos varones juegan en el club) y son su motor.

Fuente: Diario Crónica