El público del Rojo aprovechó la tarde del lunes para acompañar al equipo en su última presentación del año. En un día caluroso, algunos en bermudas y sandalias, llegaron sobre la hora y buscaron reparo en las sombras de la tribuna de cemento. Tenían la expectativa de que el equipo pudiera regalarles una victoria ante un año plagado de sinsabores. Y finalmente se fueron con una mueca de satisfacción.