Llegó al Rojo allá por el 2011 de la mano de Alejo Santa María y de a poco impuso su voz de mando en la defensa. Alejandro Arébalo se quedó durante dos temporadas y fue uno de los protagonistas del equipo que, ya con Aldirico al mando, terminó haciendo una gran campaña. Por la situación económica que imperaba en el club en ese momento, debió dejar el fútbol y dedicarse a otra actividad laboral. Hoy nos cuenta su historia.