Por Juanchi Guerra
Es un día muy especial, es el comienzo del año del Centenario. Todos los años celebramos un año, no como el de hoy, un acto de los más esperados por toda la familia Roja. Un acto emotivo de enorme orgullo y sobre todo de gratitud. Un acto de reconocimiento de lealtad de solidaridad a Defensores de Cambaceres que se siente hoy orgulloso de sus 99 años de historia y que posee una enorme fuerza e ilusión para seguir construyendo el futuro. También es de reflexión preguntarnos porque estamos aquí. Todos los socios y la dirigencia de cada momento hemos contribuido para que la pasión por esta camiseta sea eterna, indiscutible, única.
Socios, dirigentes, jugadores hemos contribuido a que Defensores de Cambaceres sea reconocido no solo por sus triunfos deportivos sino también por sus valores. Hablamos de esos principios indestructibles transmitidos de generación en generación que hoy constituyen la razón de ser de este club. El talento, el respeto al adversario, la honradez, la entrega, el sacrificio, la permanente búsqueda de la victoria, son y deben ser siempre nuestras inalterables señas de identidad. Los sueños de aquellos que formaron parte de la Comisión Directiva son para nosotros la referencia más importante que debe marcar el rumbo de nuestro trabajo. Muchos de los que hemos colaborado con la grandeza de nuestro querido club dejamos buena parte de nuestras vidas, compartimos tiempos de dificultad y de victorias inolvidables. Hemos sentido la tristeza de los deseos no cumplidos y la satisfacción de los deseos hechos realidad. Campeonatos y ascensos inolvidables. Comenzamos a recorrer el año del Centenario, lo que nos obliga a un desafío mayor para seguir manteniendo a Defensores de Cambaceres como el referente del fútbol de la ciudad.Para afrontar todos los grandes retos que tenemos por
delante es fundamental la unidad de todos. Nuestra fortaleza ha sido la unidad
de todos nosotros. Todos tenemos la obligación de mantener este inmenso legado
para que las próximas generaciones sientan hacia el club el mismo respeto, la
misma devoción que hoy tenemos todos nosotros. Pero si hemos llegado hasta aquí
fue porque aquellos que lo fundaron fueron capaces de transmitir a las
generaciones siguientes este sentimiento tan especial. Nosotros hemos recibido
de nuestros mayores esa formación que tenemos que entregar la responsabilidad a
quienes en el futuro dirijan los destinos del club. Ese es el camino a seguir.
Los que hoy tenemos el privilegio de conducir debemos trabajar sin descanso
para seguir siendo líderes dentro y fuera de la cancha. Durante casi estos 100
años hemos alcanzado el liderazgo en lo deportivo, en la solidaridad y en la
reafirmación de nuestros valores. Defensores de Cambaceres es de todos y aquí
no hay diferencias entre edades, ideologías, nacionalidades y culturas. Espero
que hoy sea un día inolvidable para todos. Por último vaya mi reconocimiento a
los socios, dirigentes y jugadores de todas las épocas que hicieron grande a
nuestro club y digo con todas mis fuerzas algo que llevo dentro mío
permanentemente ¡gracias DEFENSORES DE CAMBACERES!