Por Jorge Daniel Testori
Desde el año 1900, poco mas, poco menos, por el auge de la industria harinera a base de pescado, utilizada como alimento de ganado, se fomentó la pesca artesanal (espineles, enmalladoras y redes de arrastre costero) en varios puntos del Río de la Plata como Tigre, San Fernando, Olivos, La Boca, Quilmes y Ensenada.
Los tradicionales barcos amarillos de entre 10 y 16 metros de eslora, motor entre 80 y 150 HP y con una tripulación de 4 o 5 pescadores.
Los sabaleros utilizaban redes de hasta 800 metros de largo con un trabajo muy duro de hombres, botes y caballos para el arrastre hacia la costa.
También se capturaban dorados, bogas, pejerreyes y algunos surubíes que eran destinados por su mayor calidad a la venta ambulante.
La actividad tuvo su período de apogeo entre los años 1930 y 1950.
El Dr.Raúl Adolfo Ringuelet, naturalista y zoólogo, expresó en 1975 "el extremo sur de la cuenca del Plata, los canales y arroyos de la Ensenada de Barragán y los sitios próximos sufrieron el impacto de la polución industrial, principalmente afectaron los hidrocarburos de las empresas petroquímicas y los desechos de las industrias metalúrgicas y siderúrgicas, por lo que han desaparecido varias especies ante la contaminación costera y la profunda modificación del paisaje ribereño.