En el segundo encuentro donde el público pudo asistir tras el levantamiento de las restricciones, hubo una gran concurrencia en el “12 de octubre”, donde los hinchas continuaron con un clima festivo.
La cabecera de
calle Quintana estuvo decorada con numerosas banderas y sobre los minutos
previos al partido se hizo presente la barra del Rojo con mucho colorido y
constante aliento.
La tribuna
lateral de cemento no se quedó atrás y contó también con una buena asistencia
de socios que hacía tiempo no se veía. Incluso la presencia fue más numerosa
que en el partido anterior.
El pueblo Rojo
está eufórico por este presente deportivo.