El objetivo principal del reducido ya no podrá ser alcanzable. Solo un milagro matemático lo podría lograr. Pero la evidente e irreversible irregularidad de este equipo no supone nada de eso. Esta vez le tocó el turno de gozar las flaquezas de Cambaceres a El Porvenir, uno de los peores equipos de la Primera C. Que le ganó 3 a 1 con ráfagas de Salomone, la gran figura y Sproat. Con este Cambaceres que volvió a tener fragilidades defensivas, el reducido ya es una quimera. Ahora solo restan 7 fechas para tratar de sumar lo máximo posible, de cara a la temporada que viene. Un fracaso que nadie imaginó cuando se preparó este plantel para pelear bien arriba.
Los atenuantes para esta nueva derrota existieron, no son invento de nadie. Que a este Defensores le falten Jesús Martínez, Kees, Jones, Diego Jaime y Naser es demasiado como para no tenerlo en cuenta en el análisis de esta nueva caída. Pero es tan cierto como que enfrente tenía a uno de los conjuntos más devaluados del certamen. El Porvenir lleno de problemas institucionales, y crisis futbolísticas (Cameroni estaba en la cuerda floja y fue insultado hasta el final), fue resucitado por un Cambaceres light, repleto de inseguridades.
Es verdad que las situaciones de gol fueron parejas, y que inclusive el arquero Valiñas fue una de las figuras del encuentro. De hecho el penal que le atajó espectacularmente a San Esteba pudo cambiar el curso del trámite. Pero también lo es que el mediocampo del Rojo le faltó contención, y a la defensa seguridad para que Salomone, Sproat y Casale no tengan tanto campo de acción a favor.
En ellos 3 y en los desacoples de los centrales del equipo de Zuccarelli se explica también el 1-3 en contra. Así llegó el primero de Salomone, de cabeza, después de que fallaron todos. Y así llegó el segundo después del lapso breve que duró el empate de Yaniz. Cuando el mismo Salomone metió una corrida y una definición cruzada formidable.
El equipo estuvo lleno de remiendos y se notó. Primero porque Leiva y Figueroa tuvieron que “bailar con la más fea”, ya dijimos lo de Sproat y Casale. Y luego porque arriba Amilcar Rodríguez tuvo su chance de mostrarse y la desperdició. Con algunos remates aislados, pero sin entrar en el circuito de juego. Allí Yaniz estuvo un escalón más arriba, sobre todo por el golazo que significó el empate transitorio, y la única alegría del Rojo en la tarde de Gerli. Después, el rubio delantero volvió a ser expulsado y aguó su producción.
Soria, que había sido uno de los más prolijos, fue reemplazado y los que entraron tampoco cambiaron la historia. Ni el pibe Diego Oscar Jaime, ni Cabello ni Casanova tuvieron participación cuando ya Cambaceres metía pelotazos indiscriminadamente y los de Gerli preparaban la contra para liquidarlo. Contra que llegó de la mano del ingresado Sica, fusilando a un Zurlo desprotegido. Un resultado algo exagerado, pero que premió al menos dubitativo de los dos. Al que se tuvo más confianza para ganarlo; y al que expuso en la cancha algunos jugadores que escaparon a la mediocridad reinante en la tarde de Gerli. En la que ambos expusieron las razones por las cuales están en los últimos puestos de la tabla.
Camba volvió a perder, le volvieron a convertir 3 goles, y resignó sus últimas chances de reducido. Por más que las famosas matemáticas todavía le den un resquicio de ilusión. A la ilusión hay que acompañarla con realidades y la del Rojo dice que de los últimos 14 partidos solo ganó 1.
Más allá de los técnicos. Más allá de las circunstancias, de las bajas y de los vaivenes azarosos. Este grupo se armó para pelear arriba y a 7 fechas del final pelea abajo. Nadie puede eludir la verdad y habrá que, ahora si definitivamente, replantear objetivos.
“Puede ser que haya que sumar para la temporada que viene, pero yo pienso los objetivos por partidos”, nos dijo sensatamente Zuccarelli en los vestuarios. Siempre es bueno que el conductor no pierda contacto con la realidad. Sobre todo cuando ella te dá cachetazos tan seguido.
Por Martín Ortíz (www.lasvocesdelascenso.com)
Los atenuantes para esta nueva derrota existieron, no son invento de nadie. Que a este Defensores le falten Jesús Martínez, Kees, Jones, Diego Jaime y Naser es demasiado como para no tenerlo en cuenta en el análisis de esta nueva caída. Pero es tan cierto como que enfrente tenía a uno de los conjuntos más devaluados del certamen. El Porvenir lleno de problemas institucionales, y crisis futbolísticas (Cameroni estaba en la cuerda floja y fue insultado hasta el final), fue resucitado por un Cambaceres light, repleto de inseguridades.
Es verdad que las situaciones de gol fueron parejas, y que inclusive el arquero Valiñas fue una de las figuras del encuentro. De hecho el penal que le atajó espectacularmente a San Esteba pudo cambiar el curso del trámite. Pero también lo es que el mediocampo del Rojo le faltó contención, y a la defensa seguridad para que Salomone, Sproat y Casale no tengan tanto campo de acción a favor.
En ellos 3 y en los desacoples de los centrales del equipo de Zuccarelli se explica también el 1-3 en contra. Así llegó el primero de Salomone, de cabeza, después de que fallaron todos. Y así llegó el segundo después del lapso breve que duró el empate de Yaniz. Cuando el mismo Salomone metió una corrida y una definición cruzada formidable.
El equipo estuvo lleno de remiendos y se notó. Primero porque Leiva y Figueroa tuvieron que “bailar con la más fea”, ya dijimos lo de Sproat y Casale. Y luego porque arriba Amilcar Rodríguez tuvo su chance de mostrarse y la desperdició. Con algunos remates aislados, pero sin entrar en el circuito de juego. Allí Yaniz estuvo un escalón más arriba, sobre todo por el golazo que significó el empate transitorio, y la única alegría del Rojo en la tarde de Gerli. Después, el rubio delantero volvió a ser expulsado y aguó su producción.
Soria, que había sido uno de los más prolijos, fue reemplazado y los que entraron tampoco cambiaron la historia. Ni el pibe Diego Oscar Jaime, ni Cabello ni Casanova tuvieron participación cuando ya Cambaceres metía pelotazos indiscriminadamente y los de Gerli preparaban la contra para liquidarlo. Contra que llegó de la mano del ingresado Sica, fusilando a un Zurlo desprotegido. Un resultado algo exagerado, pero que premió al menos dubitativo de los dos. Al que se tuvo más confianza para ganarlo; y al que expuso en la cancha algunos jugadores que escaparon a la mediocridad reinante en la tarde de Gerli. En la que ambos expusieron las razones por las cuales están en los últimos puestos de la tabla.
Camba volvió a perder, le volvieron a convertir 3 goles, y resignó sus últimas chances de reducido. Por más que las famosas matemáticas todavía le den un resquicio de ilusión. A la ilusión hay que acompañarla con realidades y la del Rojo dice que de los últimos 14 partidos solo ganó 1.
Más allá de los técnicos. Más allá de las circunstancias, de las bajas y de los vaivenes azarosos. Este grupo se armó para pelear arriba y a 7 fechas del final pelea abajo. Nadie puede eludir la verdad y habrá que, ahora si definitivamente, replantear objetivos.
“Puede ser que haya que sumar para la temporada que viene, pero yo pienso los objetivos por partidos”, nos dijo sensatamente Zuccarelli en los vestuarios. Siempre es bueno que el conductor no pierda contacto con la realidad. Sobre todo cuando ella te dá cachetazos tan seguido.
Por Martín Ortíz (www.lasvocesdelascenso.com)