miércoles, 17 de marzo de 2010

Defensores y una victoria tan necesaria como el agua







Los jugadores levantaron los brazos y festejaron a un costado del campo de juego bajo una lluvia torrencial. Los rostros y las camisetas empapadas pero con una sonrisa dibujada de oreja a oreja. Defensores de Cambaceres acababa de vencer como visitante 1 a 0 a Argentino de Merlo y volvía a ganar fuera de casa después de 4 meses (1 a 0 a Barracas Central, el 14-11-09). Un triunfo importantísimo desde lo numérico y desde lo emocional. Había que estar ahí. Había que aguantar estoicamente el viento y la lluvia torrencial. Había que ponerle el pecho a la adversidad. Hoy más que nunca la victoria era tan necesaria como el agua.
Lo ganó bien el Rojo ante un rival limitado. Casi no pasó grandes sobresaltos, supo aprovechar un grosero error para ponerse en ventaja y después sostener la victoria en base al orden del equipo. Desprolijo. Luchado. Así fue el partido. La pelota anduvo por la mitad de la cancha y ninguno de los equipos lograba imponer una cierta supremacía sobre el rival. Un cabezazo de Gonzalo Pavone por arriba del travesaño fue la primera llegada del local. Con el correr de los minutos, Camba se animó un poco más. Con el despliegue de Jones y el atrevimiento de Manes, intentó sorprender a un equipo de escasos recursos. En el cierre, llegaron las emociones y ambas por la misma vía. A los 38 minutos, Salvatierra puso la mano ante un intento de Jesús Martínez. Penal y expulsión para el defensor. Diego Matías Jaime ejecutó la pena máxima. Pero anunció mucho su remate, le faltó potencia y Ponce lo contuvo. Fue el tercer penal consecutivo que malogró el Rojo en las últimas fechas. Seis minutos después, la misma situación, pero en el arco de enfrente. Llegó un centro al área de Camba y la pelota dio en la mano de Jesús Martínez. Otra vez penal, ahora en contra. Remató Amarilla y Zurlo, en gran estirada al palo izquierdo, logró neutralizar el envío.
Igual el segundo tiempo se presentaba favorable al Rojo. Tenía un hombre demás y una ayuda climática impensada: el fuerte viento a favor. Pero lo que no imaginaba era el semejante regalo que le iba a dar el gol de la victoria. Iban 11 minutos, sacó Ponce del arco, la pelota le rebotó en la espalda a un defensor y le cayó a Jesús Martínez. El defensor la cruzó al medio y Amilcar Rodríguez solo tuvo que empujar al arco para anotar su primer gol en Camba.
Bien parado en defensa, el Rojo no tuvo grandes problemas para quedarse con el triunfo. Al local le faltaron ideas y nunca puso en aprietos a Zurlo. Los minutos pasaron entre la intensa lluvia y la infantil expulsión de Diego Matías Jaime, por agresión, a los 43 minutos. El juez Carreras adicionó cinco minutos y Cambaceres aguantó a pié firme para quedarse con un triunfo como visitante después de cuatro meses. Tres puntos de vital importancia mirando hacia el futuro.