Defensores de Cambaceres dio un paso atrás en sus intenciones de llegar al reducido. Fue superado clara e inobjetablemente por un muy buen equipo. Barracas Central le dio una lección de practicidad y contundencia en el “12 de Octubre” y lo venció con holgura por 3 a 0. El resultado final exime de mayores comentarios. En la cancha hubo un solo equipo y fue la visita, que demostró porque es uno de los firmes candidatos al título. Barracas supo manejar el trámite del encuentro con inteligencia y a voluntad. Siempre marcó los tiempos y el ritmo de juego. Golpeó cuando debía hacerlo y dejó su sello en Ensenada.
El Rojo se topó con un rival que es superior. Y ante ello poco pudo hacer. El partido siempre le quedó incomodo. Nunca pudo imponer su juego y se perdió en la instrascendencia.
Barracas ya se había mostrado superior en los primeros minutos del partido. Del Río se lo perdió debajo del arco y dio el primer aviso de la tarde. El equipo de Kopriva exhibió la prestancia de los equipos que tienen chapa de candidato. Hizo correr la pelota por los costados y siempre impuso su protagonismo. Camba perdió terreno y posesión de la pelota. Eso lo obligó a jugar muy cerca de Zurlo, con la peligrosidad que implicaba. Barracas lo fue cocinando de a poco hasta que logró su propósito. Fue al os 32 minutos. Kees lo manoteó de la camiseta a Salom y Cristian Cernadas, el árbitro de buena labor, cobró bien el penal. Del Río le ejecutó abajo contra un palo y sacó la diferencia. Siete minutos después, el visitante llegó al segundo gol. Centro desde la derecha y disparo de volea de Del Río al palo derecho de Zurlo. Golazo para el 2 a 0.
Daba la sensación de que para el Rojo se le iba a tornar cuesta arriba el segundo tiempo. Y así fue nomás. Barracas supo jugar el encuentro que más le convenía. Y al Rojo el arco le seguía quedando lejos. Salom reventó el palo izquierdo y en la réplica Yaniz se perdió el descuento debajo del arco. Fueron apenas dos llegadas de un encuentro que durmió en el freezer. La pelota por el lado del Rojo pasaba por los pies de Jones y no encontraba la compañía adecuada. Barracas se paró bien atrás y Camba no encontró la manera de entrarle.
Los minutos fueron pasando con la sensación de que nada habría de modificar la historia. Apenas hubo tiempo allá por los 42 minutos para una contra visitante y el gol de Salom para tocar contra el palo derecho.
No hubo discusiones: el Rojo perdió ante un gran equipo. Y como no estuvo en su mejor tarde y cometió errores, no lo perdonaron. El margen de error se achica y para soñar con el reducido ya no habrá lugar para otro paso en el falso.-
El Rojo se topó con un rival que es superior. Y ante ello poco pudo hacer. El partido siempre le quedó incomodo. Nunca pudo imponer su juego y se perdió en la instrascendencia.
Barracas ya se había mostrado superior en los primeros minutos del partido. Del Río se lo perdió debajo del arco y dio el primer aviso de la tarde. El equipo de Kopriva exhibió la prestancia de los equipos que tienen chapa de candidato. Hizo correr la pelota por los costados y siempre impuso su protagonismo. Camba perdió terreno y posesión de la pelota. Eso lo obligó a jugar muy cerca de Zurlo, con la peligrosidad que implicaba. Barracas lo fue cocinando de a poco hasta que logró su propósito. Fue al os 32 minutos. Kees lo manoteó de la camiseta a Salom y Cristian Cernadas, el árbitro de buena labor, cobró bien el penal. Del Río le ejecutó abajo contra un palo y sacó la diferencia. Siete minutos después, el visitante llegó al segundo gol. Centro desde la derecha y disparo de volea de Del Río al palo derecho de Zurlo. Golazo para el 2 a 0.
Daba la sensación de que para el Rojo se le iba a tornar cuesta arriba el segundo tiempo. Y así fue nomás. Barracas supo jugar el encuentro que más le convenía. Y al Rojo el arco le seguía quedando lejos. Salom reventó el palo izquierdo y en la réplica Yaniz se perdió el descuento debajo del arco. Fueron apenas dos llegadas de un encuentro que durmió en el freezer. La pelota por el lado del Rojo pasaba por los pies de Jones y no encontraba la compañía adecuada. Barracas se paró bien atrás y Camba no encontró la manera de entrarle.
Los minutos fueron pasando con la sensación de que nada habría de modificar la historia. Apenas hubo tiempo allá por los 42 minutos para una contra visitante y el gol de Salom para tocar contra el palo derecho.
No hubo discusiones: el Rojo perdió ante un gran equipo. Y como no estuvo en su mejor tarde y cometió errores, no lo perdonaron. El margen de error se achica y para soñar con el reducido ya no habrá lugar para otro paso en el falso.-