Y un
día volvió a su Ensenada natal. Radicado en la ciudad de Roma, en Italia, desde
hace varios años, un simpatizante del Rojo llegó para pasar las Fiestas junto a
sus familiares. Hacía once años que no regresaba al país. Por eso, no dudó
tampoco en volver la cancha donde de chico solía despuntar el vicio. Tenía
ganas de ver de nuevo a su querido Defensores. Y allí estuvo, Pablo Nievas, que
supo vivir toda su infancia a una cuadra y media del estadio Rojo. Estuvo con
su hermano Daniel, otro hincha del Rojo que cuando su trabajo se lo permite se
da una vuelta por el “12 de Octubre”. Juntos disfrutaron del partido, como
cuando eran chicos…