Pasó lo que la lógica indicaba. El único líder del campeonato, All Boys, mostró su jerarquía y su chapa de candidato y le ganó por 2 a 0 esta tarde en Floresta a un Defensores de Cambaceres que nunca se entregó y que tuvo algunas chances claras que no supo aprovechar. El Rojo sumó un nuevo revés en el campeonato (el sexto en siete presentaciones del ciclo Sparvieri) y sigue muy complicado con los promedios aunque otros resultados le dieron un respiro: perdieron Acassuso, San Telmo y Brown de Adrogué.Camba modificó su esquema de las últimas fechas. Apeló a un 4-4-2. La idea era presionar ya hacerse fuerte en la mitad de la cancha y, después, lastimar de contra. Se encontró con un gran equipo enfrente, muy superior técnicamente y en individualidades. All Boys por algo es el líder de la divisional. Fue un elenco que puso la pelota contra el piso y sacó diferencias a partir de la rapidez y la precisión de sus jugadas. Para ello, contó con jugadores que están por encima del potencial del Rojo. Ariel Zárate es un jugador diferente, fino y elegante; el volante central, Stefanatto, quita y distribuye con claridad; Alliende siempre exige; Fernando Sánchez va siempre por la derecha. El local encontró por la derecha de su ataque la brecha por donde atacar al Rojo. En los primeros 25 minutos, tuvo cinco situaciones claras para abrir el marcador. Solamente por la mala puntería de sus delanteros no podía llegar al gol. Se veía venir la apertura del marcador y se produjo a los 30 minutos. Lautaro Alvarez conectó en el área para poner el 1 a 0.
La lucha y la entrega del Rojo no alcanzaban. En los últimos cinco minutos, tuvo dos oportunidades nítidas para empatar. Oltolina probó de media distancia, tapó a medias Cambiaso, que volvió a lucirse ante la arremetida de Benítez. Y después de un centro de Muñoz desde la derecha, la peinó Víctor Gómez y no pudo conectar Benítez. El empate estuvo cerca, aunque en el juego All Boys fue infinitamente superior.
El complemento arrancó con otra posibilidad para el Rojo. Cabeceó Benítez y salvó Madeo en la línea. El Rojo le hacía frente al líder, aún sabiendo que estaba frente a un oponente superior. La diferencia la hicieron dos jugadores con clase. A los 17 minutos, Zárate habilitó a Scomporrino, que entró al área y le picó el balón a Nacho. 2 a 0 y asunto liquidado. El local bajó el ritmo de las acciones y el Rojo, pese a que nunca bajó en su ímpetu, se encontró con un elenco que supo cerrarle los caminos.
Defensores dio lo que pudo y se quedó sin nada. El martes, contra Brown, no tendrá alternativas: ahora sí estará obligado a ganar como sea.
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