¡Por fin una alegría para Camba! ¡Por fin una tarde de triunfo! Defensores de Cambaceres venció 2 a 1 Deportivo Armenio y logró tres puntos de oro en la pelea por engrosar el promedio. Los dos goles fueron anotados por Mariano Quillutay, en tanto que Matos descontó para la visita, que terminó con diez hombres por la expulsión de Fernández.
El Rojo se quedó con la victoria porque supo golpear en los momentos justos del encuentro y porque tuvo orden cuando la visita se le venía encima.
Flojito resultó el primer tiempo. La visita insinuó un mejor trato del balón en el comienzo con Orsi y con Trento, pero sin demasiada profundidad para acercarse hasta el arco de Aranas. A medida que iban pasando los minutos, el encuentro se tornaba más desprolijo. A los dos equipos le costaba mucho hilvanar situaciones de peligro. Defensores no pasaba sobresaltos, pero tampoco inquietaba. El encuentro era francamente aburrido. Cuando perecía que el 0 a 0 iba a ser el resultado de esa inicial, a los 42 minutos, Oltolina ejecutó un tiro de esquina desde la derecha y Quillutay, de cabeza, abrió el marcador. Por fin, una vez ligaba “Camba”.
No desordenarse, cerrar los caminos a Armenio y buscar de contra. Esa fueron las premisas de Cambaceres para el complemento. Y las cosas empezaron a simplificarse cuando s los 6 minutos, otro centro de Oltolina fue conectado al gol por Mariano Quillutay (primera vez que anota dos goles en un partido). La pelota parada le daba buenos dividendos al Rojo. La peligrosidad de Víctor Gómez tenía a mal traer a la defensa local. Y el palo izquierdo le negó el tercero al juvenil Naser. Pero a los 28 minutos, Matos, en gran definición, descontó para la visita y las sombras de la preocupación parecieron bajar en Ensenada. Armenio se vino a puro centro y Defensores resistió. Con entrega, con amor propio y con orden. A los 38 minutos, Fernández se fue expulsado por doble amonestación y el local dejó correr los minutos, aunque pudo haber ampliado con Víctor Gómez.Ganó con el corazón, con inteligencia y anotando en los momentos claves. Ganó Defensores y eso es lo que realmente interesa. Ojalá pueda ser el comienzo de una nueva etapa y que los jugadores tomen la confianza necesaria a partir de este resultado.-
El Rojo se quedó con la victoria porque supo golpear en los momentos justos del encuentro y porque tuvo orden cuando la visita se le venía encima.
Flojito resultó el primer tiempo. La visita insinuó un mejor trato del balón en el comienzo con Orsi y con Trento, pero sin demasiada profundidad para acercarse hasta el arco de Aranas. A medida que iban pasando los minutos, el encuentro se tornaba más desprolijo. A los dos equipos le costaba mucho hilvanar situaciones de peligro. Defensores no pasaba sobresaltos, pero tampoco inquietaba. El encuentro era francamente aburrido. Cuando perecía que el 0 a 0 iba a ser el resultado de esa inicial, a los 42 minutos, Oltolina ejecutó un tiro de esquina desde la derecha y Quillutay, de cabeza, abrió el marcador. Por fin, una vez ligaba “Camba”.
No desordenarse, cerrar los caminos a Armenio y buscar de contra. Esa fueron las premisas de Cambaceres para el complemento. Y las cosas empezaron a simplificarse cuando s los 6 minutos, otro centro de Oltolina fue conectado al gol por Mariano Quillutay (primera vez que anota dos goles en un partido). La pelota parada le daba buenos dividendos al Rojo. La peligrosidad de Víctor Gómez tenía a mal traer a la defensa local. Y el palo izquierdo le negó el tercero al juvenil Naser. Pero a los 28 minutos, Matos, en gran definición, descontó para la visita y las sombras de la preocupación parecieron bajar en Ensenada. Armenio se vino a puro centro y Defensores resistió. Con entrega, con amor propio y con orden. A los 38 minutos, Fernández se fue expulsado por doble amonestación y el local dejó correr los minutos, aunque pudo haber ampliado con Víctor Gómez.Ganó con el corazón, con inteligencia y anotando en los momentos claves. Ganó Defensores y eso es lo que realmente interesa. Ojalá pueda ser el comienzo de una nueva etapa y que los jugadores tomen la confianza necesaria a partir de este resultado.-
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