Un clima caldeado entre jugadores, cuerpo técnico y dirigentes se vivió en la previa del encuentro que el Rojo perdió 2 a 0 ante Brown de Adrogué. El rumor acerca de que seis jugadores iban a ser separados del plantel fue corriendo como reguero de polvora. La historia comenzó en una ruenión que tuvo lugar el domingo, en la sede social. Allí los dirigentes debatieron sobre la necesidad de separar a seis jugadores del primer equipo porque "no estamos conformes con sus desempeños dentro del campo de juego", según la voz de un dirigente. Lo cierto es que el tema no tenía que trascender hasta después del cotejo ante Brown. Solamente el cuerpo técnico estaba anoticiado de la situación. El primer conflicto estalló cuando en el entrenamiento de ayer, en UPCN, el DT Sparvieri le habría comunicado a seis jugadores que la Comisión Directiva no los iba a tener en cuenta. Hubo algunas discusiones, amenazas de no presentarse a jugar, pero el tema estalló en la previa del juego de hoy. A media hora del comienzo del partido, y mientras Julio Barraza, el árbitro, decidía que el partido se debía jugar pese a que el campo de juego estaba con mucha agua, en una sala contigua a los vestuarios los jugadores discutieron acaloradamente con los directivos. Tal fue la magnitud de los hechos que el arquero César González y el defensor Maximiliano Sevald, que iban a ser titulares, decidieron no jugar porque no estaban en condiciones anímicas de hacerlo. Hubo que tachar la planilla y hacer debutar como titular al arquero Yonatan Aranas e incluir a Martín Muñoz entre los once iniciales, en tanto el juvenil golero Zurlo y Martínez Schmith eran convocados para el banco de suplentes. A menos de veinte minutos para empezar el partido, los jugadores dieron por terminada la reunión y, con gestos adustos, se metieron en el vestuario para cambiarse y jugar un partido por demás importante. En cuanto a los otros jugadores cuestionados se trata de Maximiliano Benítez, Mariano Quillutay, Matías Lemme y David Oltolina, que se suman a los nombrados Seevald y González. De no variar la postura de los dirigentes, estos jugadores serían separados del plantel. Los equipistas en cuestión eludieron hablar con la prensa tras el cotejo, aunque uno de ellos destacó que "nos quieren ensuciar diciendo que vamos para atrás y nada de eso es cierto. Encima esto explotó antes del partido. Sparvieri nos comunicó esta decisión de los dirigentes. Vamos a ver que hacemos".
Lo cierto es que se viven momentos complicados en el Rojo y habrá que ver que sucede en las próximas horas.
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