General Lamadrid y Defensores de Cambaceres empataron 0 a 0 esta tarde en Villa Devoto, en un partido francamente para el bostezo, tremendamente aburrido, con muy poco de fútbol y mucho de fricción e imprecisiones. El encuentro fue poco menos que insoportable para los espectadores y un verdadero fiasco futbolístico. Fue tan aburrido que con los dedos de una mano se pueden contar las situaciones claras de gol. El Rojo rescató un punto con un buen trabajo defensivo. Solo con eso. Porque de mitad de cancha hacia delante produjo poco y nada y casi no generó situaciones de riesgo.
Se puede poner como excusa y es cierto: las dimensiones reducidas de la cancha de Lamadrid y un piso parecido al cemento llevaron el juego a la constante fricción. Hubo un gran amontonamiento de jugadores en la mitad de la cancha. Se preocuparon más por marcar que por generar juego. En el hecho de meter, de correr, de apretar los dientes, el once de Borgarelli no escatimó esfuerzos. Mejoró notoriamente en la faz defensiva respecto de lo que había hecho contra JJ.Urquiza. Lacerre se encargó de transmitir seguridad desde el arco y no pasó grandes sobresaltos. Los volantes pusieron cuando debían hacerlo. Pero claro al fútbol también hay que jugar, hay que buscar espacios y hacerlo de manera asociada. De eso, no hubo nada de nada en Villa Devoto. No aparecieron los que debían generar juego en ningún momento. Manes insinuó un poquito pero solo se fue en intenciones y por eso Jaime y Massolo, peleados con la pelota, poco pudieron hacer en ofensiva. Ninguno tenía vergüenza de pegar de punta y para arriba a la pelota. La maltrataron durante toda la tarde. El balón estuvo más tiempo afuera y boyando por el aire sin mayor sentido. Un partido claramente para el bostezo en los noventa minutos. Casi no se sacaron ventajas. Lamadrid tuvo un par de ocasiones más claras. Una al comenzar el partido que Lacerre le sacó a Bojanic y un cabezazo desviado Galfranscoli tras un tiro libre desde la derecha. Por el lado del Rojo, hay que hacer un gran esfuerzo para encontrar situaciones. Un disparo débil de Manes que conjuró Peranic y un cabezazo alto de Jaime fueron todo lo que produjo en noventa minutos. Muy poco por cierto. Como dato para agregar, a los 46 del complemento, Cristian González, estando amonestado, pegó de más y se fue expulsado.
El encuentro fue un fiasco y el resultado sin goles es ampliamente justificado. Camba sigue sin perder como visitante. Ahora deberá buscar ganar como local.
Se puede poner como excusa y es cierto: las dimensiones reducidas de la cancha de Lamadrid y un piso parecido al cemento llevaron el juego a la constante fricción. Hubo un gran amontonamiento de jugadores en la mitad de la cancha. Se preocuparon más por marcar que por generar juego. En el hecho de meter, de correr, de apretar los dientes, el once de Borgarelli no escatimó esfuerzos. Mejoró notoriamente en la faz defensiva respecto de lo que había hecho contra JJ.Urquiza. Lacerre se encargó de transmitir seguridad desde el arco y no pasó grandes sobresaltos. Los volantes pusieron cuando debían hacerlo. Pero claro al fútbol también hay que jugar, hay que buscar espacios y hacerlo de manera asociada. De eso, no hubo nada de nada en Villa Devoto. No aparecieron los que debían generar juego en ningún momento. Manes insinuó un poquito pero solo se fue en intenciones y por eso Jaime y Massolo, peleados con la pelota, poco pudieron hacer en ofensiva. Ninguno tenía vergüenza de pegar de punta y para arriba a la pelota. La maltrataron durante toda la tarde. El balón estuvo más tiempo afuera y boyando por el aire sin mayor sentido. Un partido claramente para el bostezo en los noventa minutos. Casi no se sacaron ventajas. Lamadrid tuvo un par de ocasiones más claras. Una al comenzar el partido que Lacerre le sacó a Bojanic y un cabezazo desviado Galfranscoli tras un tiro libre desde la derecha. Por el lado del Rojo, hay que hacer un gran esfuerzo para encontrar situaciones. Un disparo débil de Manes que conjuró Peranic y un cabezazo alto de Jaime fueron todo lo que produjo en noventa minutos. Muy poco por cierto. Como dato para agregar, a los 46 del complemento, Cristian González, estando amonestado, pegó de más y se fue expulsado.
El encuentro fue un fiasco y el resultado sin goles es ampliamente justificado. Camba sigue sin perder como visitante. Ahora deberá buscar ganar como local.