Para
los hinchas, no hay imposibles. Ya no se
aguantan más de no poder ver al Rojo y buscan los caminos para tener la chance
de estar cerca del primer equipo. Hoy, en la cancha de El Porvenir, la Policía
montó un celoso operativo. Las personas que no estuvieran en las listas de
dirigentes o periodistas no podían entrar. Un par de hinchas del Rojo, Pablo y
Juan, fueron hasta Gerli e hicieron “guardia” en el ingreso. Como no pudieron
cumplir su cometido, no se dieron por vencidos, se
dieron la vuelta, se
subieron a un paredón y desde allí, detrás de una tribuna lateral de madera,
siguieron al equipo de sus amores.