Los hinchas de Defensores de Cambaceres estuvieron a la altura de la circunstancia y le pusieron un gran colorido a la tribuna popular que da sobre la avenida 60. Los simpatizantes fueron llegando sobre la hora del comienzo y poblaron los alambrados con numerosas banderas rojas con diversas inscripciones. El público se agrupó sobre la cabecera que da a la calle 60 y fue un espectáculo aparte el ingreso de la barra de Camba. Papeles, banderas y un aliento impresionante fue el que desplegaron para con el equipo, que fue saludado efusivamente al salir al campo de juego. Unas cuatro mil personas estuvieron en el bosque platense.
Con el correr de los minutos, la tensión fue ganando a los presentes. El gol no llegaba y se temía lo peor. Pero sin dudas, el momento de mayor explosión llegó con el gol agónico de Rossi con el final mismo del partido. Hubo gente que se abrazó con lágrimas en los ojos, otros que no podían creer lo que estaban viviendo. La tensión acumulada durante varias jornadas dio paso a una felicidad desbordante y se quedaron varios minutos en las tribunas celebrando que el “el Rojo es de la B y de la B no se va”. La alegría se extendió a las calles platenses y a nuestra ciudad, en el regreso del Bosque. En el campo de juego, los jugadores se quedaron largos minutos festejando algo que ellos merecían.
Con el correr de los minutos, la tensión fue ganando a los presentes. El gol no llegaba y se temía lo peor. Pero sin dudas, el momento de mayor explosión llegó con el gol agónico de Rossi con el final mismo del partido. Hubo gente que se abrazó con lágrimas en los ojos, otros que no podían creer lo que estaban viviendo. La tensión acumulada durante varias jornadas dio paso a una felicidad desbordante y se quedaron varios minutos en las tribunas celebrando que el “el Rojo es de la B y de la B no se va”. La alegría se extendió a las calles platenses y a nuestra ciudad, en el regreso del Bosque. En el campo de juego, los jugadores se quedaron largos minutos festejando algo que ellos merecían.