Por Ezequiel Del Bueno (revista ascenso 2008-comentarista Multicanal)
Imposible empezar un análisis futbolístico sin decir algo de las cosas que pasaron en la semana: otro papelón más del Coprosede, que por una cosa o la otra fue postergando el encuentro. Es imposible entender porque no se juega el sábado, sabiendo que la relación entre las hinchadas de Racing y Gimnasia data de una vieja amistad.
Por ello no hay inconvenientes en armar dos operativos simultáneos, pero se sabe que la policía se esmera en hacer los despliegues menos numerosos posibles.
Después de todo, al igual que CADU-Dálmine, el derby se juega un lunes. Cuando Fernando Velarde de la orden, la pelota rodará y al fin tendremos ruido de pelota (a propósito del juez ¿no había uno mejor?) Ojalá Fernando Enrique Javier (tal su nombre completo) esté a la altura del partido, algo que quién escribe cree improbable.
Hablemos de fútbol
Ahora sí, analicemos el juego. Camba tiene grandes problemas para asumir el rol protagónico de local, pero tuvo buenos momentos a la hora de trabajar los partidos. Lacerre tuvo una tarde negra en Pilar y quiere revancha. La defensa es una clave en el esquema de Lalo, que precisa que su mejor hombre en esa zona, Diego Dell´ Orto se recupere de la mejor manera; su ausencia podría ser casi irremplazable.
De las apariciones de Damián Soria y Nahuel Benavente para desdoblarse en el medio, dependerán muchas del Rojo. El “Gato” Gamberini puede aportarle fuerza y corazón para cortarle los circuitos de juego al Celeste; este triángulo es vital para los de Ensenada puedan imponer su esquema. Los problemas empiezan en la zona creativa, allí el Rojo tiene una tremenda carencia de juego y para concretar las situaciones de gol que tiene, dos cuestiones que Borgarelli no ha sabido resolver, y que son su mayor problema. Elías Di Biasi puede ser una solución poco utilizada por el DT. Aunque a Camba, actitud y perseverancia nunca le faltaron.
Villa San Carlos es el equipo que mejor fútbol juega en la categoría. Le costó encontrar al arquero titular, pero Spina supo consolidarse y ha salvado algunos partidos con sus tapadas. El Vasco Ochandorena es un sólido marcador y del otro lado el “Pollo” Raverta es la bandera de la Villa. Actitud, marca y proyección lo hacen un hombre clave. Emiliano Córdoba es otro baluarte en base a su inteligencia, anticipar y sacar todo lo que le pongan enfrente.
En la zona media se cocina lo mejor del “Cele”. Rotondo es determinante en tapar la salida del rival y controlar el sector derecho, Oroná es amo y señor del mediocampo. No tiene dificultades en asumir el doble rol de tapón y distribuidor, siendo así la llave del fútbol del equipo. El juego lucido del elenco de la dupla tiene a Pablo Miranda y Leandro Martini como sus dos generadores, algo irregulares es cierto, pero una buena tarde de ellos implica fantasía y lujos en cualquier cancha de la C. Y sí Ocampos o Salinas están inspirados, o “Pitu” Medina viene enchufado, el peligro de gol es inminente.
Aunque los dirigidos por Besada y Malli han mostrado cierta inmadurez en manejar ciertos partidos, un elemento que puede jugarles en contra.
Rojos y Celestes, dos estilos: un equipo de tremendo despliegue, otro con mucho fútbol. La propuesta está hecha, el lunes se verán las caras tras 21 años de interminable espera.
Que adentro y afuera de la cancha sea una fiesta, en absoluta paz.
Imposible empezar un análisis futbolístico sin decir algo de las cosas que pasaron en la semana: otro papelón más del Coprosede, que por una cosa o la otra fue postergando el encuentro. Es imposible entender porque no se juega el sábado, sabiendo que la relación entre las hinchadas de Racing y Gimnasia data de una vieja amistad.
Por ello no hay inconvenientes en armar dos operativos simultáneos, pero se sabe que la policía se esmera en hacer los despliegues menos numerosos posibles.
Después de todo, al igual que CADU-Dálmine, el derby se juega un lunes. Cuando Fernando Velarde de la orden, la pelota rodará y al fin tendremos ruido de pelota (a propósito del juez ¿no había uno mejor?) Ojalá Fernando Enrique Javier (tal su nombre completo) esté a la altura del partido, algo que quién escribe cree improbable.
Hablemos de fútbol
Ahora sí, analicemos el juego. Camba tiene grandes problemas para asumir el rol protagónico de local, pero tuvo buenos momentos a la hora de trabajar los partidos. Lacerre tuvo una tarde negra en Pilar y quiere revancha. La defensa es una clave en el esquema de Lalo, que precisa que su mejor hombre en esa zona, Diego Dell´ Orto se recupere de la mejor manera; su ausencia podría ser casi irremplazable.
De las apariciones de Damián Soria y Nahuel Benavente para desdoblarse en el medio, dependerán muchas del Rojo. El “Gato” Gamberini puede aportarle fuerza y corazón para cortarle los circuitos de juego al Celeste; este triángulo es vital para los de Ensenada puedan imponer su esquema. Los problemas empiezan en la zona creativa, allí el Rojo tiene una tremenda carencia de juego y para concretar las situaciones de gol que tiene, dos cuestiones que Borgarelli no ha sabido resolver, y que son su mayor problema. Elías Di Biasi puede ser una solución poco utilizada por el DT. Aunque a Camba, actitud y perseverancia nunca le faltaron.
Villa San Carlos es el equipo que mejor fútbol juega en la categoría. Le costó encontrar al arquero titular, pero Spina supo consolidarse y ha salvado algunos partidos con sus tapadas. El Vasco Ochandorena es un sólido marcador y del otro lado el “Pollo” Raverta es la bandera de la Villa. Actitud, marca y proyección lo hacen un hombre clave. Emiliano Córdoba es otro baluarte en base a su inteligencia, anticipar y sacar todo lo que le pongan enfrente.
En la zona media se cocina lo mejor del “Cele”. Rotondo es determinante en tapar la salida del rival y controlar el sector derecho, Oroná es amo y señor del mediocampo. No tiene dificultades en asumir el doble rol de tapón y distribuidor, siendo así la llave del fútbol del equipo. El juego lucido del elenco de la dupla tiene a Pablo Miranda y Leandro Martini como sus dos generadores, algo irregulares es cierto, pero una buena tarde de ellos implica fantasía y lujos en cualquier cancha de la C. Y sí Ocampos o Salinas están inspirados, o “Pitu” Medina viene enchufado, el peligro de gol es inminente.
Aunque los dirigidos por Besada y Malli han mostrado cierta inmadurez en manejar ciertos partidos, un elemento que puede jugarles en contra.
Rojos y Celestes, dos estilos: un equipo de tremendo despliegue, otro con mucho fútbol. La propuesta está hecha, el lunes se verán las caras tras 21 años de interminable espera.
Que adentro y afuera de la cancha sea una fiesta, en absoluta paz.