Hay historias que merecen ser contadas. Hay cosas que ocurren en los escritorios y que, por lo general, los hinchas no se enteran. El disparate que fue la organización de este anhelado clásico dejó casi de lado la esencia del fútbol mismo. Los cambios que tuvo la realización del encuentro ingresan en el mundo de lo insólito. El capítulo final casi lo encuentra al propio intendente de Ensenada, Mario Secco, a los golpes con Rubén Pérez, este nefasto personaje que dirige con soberbia y autoritarismo el COPROSEDE. El miércoles, se llevó a cabo la reunión en La Plata. Los dirigentes de “Camba” fueron acompañados por el jefe comunal y por dos concejales, Martín Slobodian y Marcelo Pérez. La reunión habría comenzado con un “sermón” de Pérez a los dirigentes del Rojo, como cuando una docente reta a un alumno. Dicen que fue con una falta de respeto y una soberbia tal, que provocó un tremendo enojo en el intendente municipal. Secco se habría parado de su silla y a los gritos repudió la actitud de Pérez. Palabras más, palabras menos habría dicho que “nosotros no venimos a imponer nada. Solo queremos apoyar a esta institución de nuestra ciudad. Queremos ver como colaboramos entre todos para que salga lo mejor posible”. Pero ante el tono prepotente y soberbio de Pérez, Secco la arremetió contra el funcionario y la tensión fue tal que las oficinas del COPROSEDE parecieron temblar en un momento. “Vos quien te crees que sos para tratar de esta manera a los dirigentes. Somos los municipios los que nos hacemos cargo de la seguridad. Pero esto no va a quedar acá”, le habría dicho un encolerizado Secco a Pérez antes de retirarse visiblemente enojado de la reunión. En su círculo íntimo, el jefe comunal habría dicho que “nunca un funcionario me había echo enojar de esta forma. Voy hablar con Stornelli y esto no va a quedar acá”. Lo cierto es que los dirigentes de “Camba”, sin entrar en mayores detalles en la áspera discusión, se mostraron muy agradecidos por todo el apoyo brindado por Municipalidad de Ensenada, ya que sintieron que esta vez, alguien los escuchó y los respaldó.