Por Jorge Daniel Testori
Habia una vez un león inteligente, pero mas que nada muy sagaz porque estudió disciplinas y ciencias del conocimiento como psicología, filosofía, política y economía, cosas que no solo lo encumbraron a un reinado permanente, sino que además sus habilidades le resultaban útiles para controlar a su manada, a sus acólitos y a sus potenciales enemigos. Este león se paseaba por su territorio verificando el orden y la sumisión de los pobladores y como todo carnívoro, eligiendo su alimento diario.
"Buenos días señor antílope" saludaba, "usted esta hecho un león" y el antílope orgulloso con el saludo del Rey regodeandose en la vanidad, no se dió cuenta cuando fue devorado. Al otro día de recorrido, con el cielo nublado y lluvioso, se refugió debajo de una gran acácia solitaria y al oír ruidos en las ramas altas, esbozó su mejor sonrisa "hola señores buitres, ustedes son unos leones", "bajen a conversar". Los buitres discutieron, pero al final decidieron bajar ya que el león era el jefe y no había que hacerlo enojar. Fue un buen desayuno para el león, no el mejor pero abundante. Al tercer día de viaje y extrañando a sus leonas, decidió volver a casa cuando se cruzó con un enorme elefante. "Hola señor elefante, siempre fuerte y saludable como un león". El elefante elogiado se sintió un par del amo y extendió su trompa con afecto, que al instante fue cercenada por un mordisco brutal.Moraleja : "que el león sea un león no es problema, pero que no te haga creer que todos somos leones".-