Por FRANCO PICATTO
Una tarde, Cambaceres descifró el código del gol y elevó la vara de competitividad gracias a la pericia del delantero que ejecutó las bondades de goleador por partida doble. Paso adelante que ratifica las señales positivas del debut.
Hay una regla matemática que expresa: ”el orden de los factores no altera al producto”, pero si hay un factor que puede desnivelar hasta el hermetismo inmutable de un resultado es la certeza de un delantero con gol.
En tiempos no tan lejanos, la función del hombre más adelantado era establecer una relación fehaciente con el gol, pero de un tiempo a esta parte, se constituye otro estereotipo de delantero: sin tanta eficacia aunque aportando al servicio del equipo. Sebastián Ybares convirtió sus primeros goles en “Camba”y el crédito sigue abierto.La premisa que parece dominar estos tiempos es resignar gol para asignarle más funcionalidad al centro delantero. Algunos partidarios del fútbol tradicional podrán sentenciar que no se puede ir en contra del principio fundamental de los artilleros, ni de su ADN futbolístico. Lo cierto es que Cambaceres comienza a mostrar la autoridad que antes se le reclamaba y redobla la apuesta a sus saludables intenciones de creación sumado a la concentración para soportar los altibajos típicos de estos partidos.
Hay virtudes que resuelven trámites intrincados y desaciertos propios del dinamismo al que aspira este equipo. Así como ganaba en el primer tiempo siendo un equipo criterioso, apelando al juego asociado y compacto en defensa, sufrió más de lo deseado durante el complemento. La distancia de dos goles (que pudieron ser tres por un remate de Torancio que despejó el arquero de Paraguayo), se emparejó desde la enjundia con la que el elenco “guaraní” afrontó la segunda parte. La expulsión de Ruiz se tradujo en rebeldía para los de la colectividad paraguaya y Cambaceres comenzó a contener esos avances con faltas peligrosas hacia el arco de Lobelos. Relajación inconsciente o mérito del rival, lo cierto es que Paraguayo merodeó el empate en los últimos minutos.
Para cerrar, hay que subrayar al autor intelectual y figura relevante de Cambaceres en estos dos partidos. A los goleadores, hay que asistirlos y coordinar movimientos para generarle espacios. En ese ítem, volvió a destacarse Elías Torancio. Prueba de ello, alcanza con precisar sus intervenciones que gestaron los goles del mencionado Ybares. Centro de Ruchetta (otro que ubico en el podio de las figuras), Torancio arrastra la marca dejando pasar la pelota y del resto se encargó el goleador de la tarde: definición de primera. En la segunda parte, el autor del gol del empate ante Liniers, iba a señalar el camino de la segunda conquista de Ybares. Pase hacia al medio entrando por el vértice del área grande y Sebastián definió correctamente. Una dupla que tuvo entendimiento y se encolumnaron detrás de un buen rendimiento colectivo. Triunfo para dejar la Ybares bien alta.