Ernesto Banegas se vistió de héroe. Cuando se moría el partido y el Rojo descendía de categoría, le dio, con su golazo, la esperanza de seguir luchando. Por eso no pudo ocultar su gran alegría después del encuentro. “Hoy me tocó a mí y estoy muy contento en lo personal, porque nos permite seguir vivos. Es una felicidad tremenda y se lo dedico a toda la gente de Cambaceres que está sufriendo por este momento”. Sobre su gol, dijo que “le pegué porque lo ví un poco adelantado al arquero y por suerte entró. En ese momento pensé en mi hija, en mi familia, en mis compañeros y aquellos chicos que ya no están en el grupo. Se pasaron muchas cosas por la cabeza”.
Pensando en lo que se viene, manifestó que “la esperanza es lo último que se pierde. Ya estamos metidos en el próximo partido. Ganamos un cotejo muy importante y se vienen tres finales y hay que ganarlas. Ojalá que nos dé para llegar a la promoción”.