martes, 6 de mayo de 2008

Un final a puro festejo y emoción








El empate de San Telmo, a tres minutos del final, había calado hondo en la interesante concurrencia que se hizo presente hoy en el “12 de Octubre”. Parecía que ya estaba todo terminado. Desde la 14 se empezaba a cantar “Vamos a volver”. Pero llegó el golazo de Banegas y un júbilo indescriptible invadió en el estadio. Una montaña de jugadores cubrió al autor del gol. Los hinchas se abrazaban y soñaban con el milagro. Los más fanáticos se colgaban del alambrado y alguno dejaba caer lágrimas de emoción. Instantes después llegó el pitazo de Luis Alvarez y los jugadores se abrazaron alborozadamente en el campo de juego. Al fin y al cabo, por un minuto, el Rojo por ahora había evitado el descenso. El festejo siguió en vestuarios pero ya mañana habrá que pensar en volver al trabajo, a las 16, en UPCN, pensando en el partido del sábado contra Armenio, en Maschwitz, desde las 15.30. No podrá jugar Seevald, que llegó a la quinta amarilla.