Dos futbolistas juveniles que pasaron por las filas de
Defensores de Cambaceres están atravesando una difícil situación en Portugal, a
donde fueron a jugar hace cerca de un año.
El arquero Joel Sosa
jugó tiempo atrás algunos partidos en la cuarta división, en tanto que Francisco Estanga lo hizo en
varias categorías juveniles como volante y enganche.
A principios de año, un grupo empresario acercó una propuesta
para jugar en el Viejo Continente. Recalaron en el club Deportivo Mirandes, de
la cuarta categoría de Portugal. Allí había otros diez argentinos.
Estos dos ex Camba realizan la cuarentena junto a diez argentinos
en la casa en la que viven: una casona antigua, pero renovada. Una especie de
"conventillo" del siglo XXI, tal como ellos la describieron, que
cuenta con 10 cuartos (la mayoría duerme solo y algunos comparten habitación),
3 baños (uno en cada planta) y una cocina, distribuidos los ambientes en una
planta baja y dos pisos. Está ubicada en la parte más añeja de Miranda do
Douro, un pequeño pueblo de apenas un poco más de 2.000 habitantes, al norte de
Portugal, muy cerca de la frontera española.
La Liga está paralizada por la pandemia. El club se hace
cargo de la casa y de la comida pero, al parecer, los representantes que lo
llevaron abonarían el sueldo y, según ellos, por “ahora no recibieron ningún
euro desde hace más de ocho meses”.
Acerca de la situación de estos dos futbolistas, Tribuna Roja se contactó con el
responsable de juveniles de Camba, Sebastian Landro, quien manifestó que “a
principios de 2019, estos dos jugadores plantearon que se querían ir de
Cambaceres porque no jugaban mucho y querían el pase. Luego nos enteramos que
unos empresarios los iban a llevar Portugal. No había problema de nuestra parte
de que vayan, siempre que fueran a préstamo o a través de un convenio. Ahí se
dio una situación de tire y afloje con los empresarios. Nosotros los
autorizamos a viajar pero sin el pase. Una vez allá, llama la representación de
los chicos para que liberáramos el pase. No lo hicimos porque los chicos se comprometieron
una vez resuelta la situación a responder para que el club tuviera un
resarcimiento. Esto no fue así y se trabó la situación. Discutí fuertemente con
el representante, que se llevó a los jugadores. Yo hablaba permanentemente con
AFA por el tema del transfer. Al tiempo me entero que AFA les otorgó el pase
porque estaba obligado a hacerlo cuando los jugadores no tienen contrato en un
club y van a otro que si lo hacen. No recibimos ningún resarcimiento porque el
club a donde fueron es de clase 4 y eso se aplica a partir de clubes de clase
3. Lo que sí está claro que si algún día estos chicos progresan en su carrera y
van a otra institución, Cambaceres deberá cobrar los derechos de formación. Esa
es la situación”.