Horacio Barros, autor de uno de los goles en el clásico del 71 |
(Anécdotas del Rojo)
Corría el año 1969 y parecía que Defensores se iba
despidiendo de la C. Pero fue un torneo muy irregular, donde el interventor de
AFA Dante Bracutto decidió suspender los descensos. En
1970, el Rojo salió decidido a realizar un buen papel. Como siempre, con muy pocos recursos, se conformó un equipo para estar alejado de
los últimos lugares pero no fue así. El campeonato fue un espanto, perdimos
casi todos los partidos y nos fuimos al descenso. Justo perdimos la categoría
en el año de las Bodas de Oro. La mayoría de la Comisión se sintió atraído por
los festejos de los 50 años y los que trabajamos en el fútbol éramos los menos.
Cuatro o cinco dirigentes que queríamos borrar el descenso y salir con todo en
una categoría nueva para la
mayoría de nosotros.
Lo primero que hicimos fue mirar el fixture para ver cuándo
se jugaba el clásico de las ciudades Ensenada y Berisso y nos tocó justo
debutar en la segunda de local. Antes viajamos a Ezeiza para visitar a Tristán
Suárez en la primera fecha y no pudo ser más mejor ya que se ganó por cinco
goles
Y a los 7 días recibíamos a la Villa. La última vez que
habíamos jugado un clásico fue en la Liga Platense en 1956 también con triunfo.
En la semana solo se hablaba del partido. Por importancia se hicieron afiches
que fueron pegados por toda la ciudad, hubo notas en los diarios y nos tocó un
sábado a pleno sol todo preparado, boleterías con mucho público, micros de
línea 202 que llegaron con los berisenses. Y se jugó el partido y Defensores
logro el segundo triunfo seguido goleando al Celeste por 5 a 0. Todos nosotros
como nuestra hinchada nos olvidamos de las últimas derrotas en el torneo
anterior. Se festejó hasta la noche por las calles ensenadenses.