miércoles, 8 de abril de 2020

LOS JUGADORES DEL ROJO SE LA REBUSCAN PARA PASAR ESTA SITUACION


Sabemos que en el ascenso del fútbol argentino, en la Primera D, los jugadores tienen otra actividad para poder vivir.  Al no ser una categoría profesional, los futbolistas solo perciben viáticos, que no alcanzan a cubrir sus necesidades. En tiempo de aislamiento, hay jugadores del plantel de Defensores de Cambaceres deben buscar otras actividades para poder llevar adelante este momento, mientras otros no pueden desarrollar las tareas que habitualmente hacían.
De acuerdo a una relevamiento que hizo el diario El Día, hay algunos equipistas que se mantienen en actividad, cumpliendo algunos trabajos de los que consideran esenciales.
Es el caso de Tomás Squie, que trabaja en un puesto de frutas y verduras en el Mercado de La Plata. “Mi horario es de 21 a las 10 de la mañana. Allí descargamos algunos camiones, pero básicamente preparo los pedidos para los clientes. Cuando estábamos entrenando, pedía permiso para salir un rato antes y de ahí me iba derecho a la práctica”.
Por su parte, el medio campista Esteban Coronel atiende su propia barbería en su vivienda de Florencio Varela. “No trabajé la primera semana de la cuarentena, pero luego decidí hacerlo por turnos para sumar algún dinero más. Tras atender a cada cliente, me tomo mi
tiempo para higienizar los elementos utilizados. Esta semana nació mi primera hija y gasté la poca plata que me quedaba”.
Pero también se dan situaciones de jugadores que cumplen con otras actividades y que por el Coronavirus están paralizadas. Enzo Caroccia y Tahiel Alegre trabajan en escuelas de fútbol y Facundo Garzino posee una cabina de fotos para utilizar en fiestas. O el caso de Diego Lacerra, que trabaja en un comercio que alquila vajillas y ahora está cerrado.
Historias del ascenso que demuestran hasta que punto los protagonistas se la rebuscan para vivir al día o como sufren los efectos de la pandemia.